El secretario general de las ONU, Ban Ki-moon, admitió hoy que esperaba de la Río+20 un documento más ambicioso que el que fue acordado por los negociadores en Río de Janeiro pero destacó las acciones y medidas prácticas para promover un desarrollo sostenible incluidas en el texto.
"Sé que algunos países esperaban un resultado más ambicioso. Yo también lo esperaba", afirmó Ban en una conferencia de prensa que concedió poco después de la apertura de la Conferencia de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible Río+20 en el centro de convenciones Riocentro de Río de Janeiro.
El secretario general de la ONU admitió que el resultado fue el posible debido a los diferentes intereses de los países y tras unas "muy difíciles y lentas negociaciones".
"Había muchas propuestas ambiciosas pero los países tienen límites e intereses específicos", afirmó.
El documento aprobado el martes por los delegados de los 193 países que participan en la Río+20 y elevado hoy a los cerca de 100 jefes de Estado y de Gobierno presentes en Río de Janeiro ha sido calificado como poco ambiciosos por varias delegaciones y duramente criticado por las organizaciones no gubernamentales, que ya tildan la Conferencia como un fracaso.
Ban, no obstante, destacó que el documento, además de servir como base para el desarrollo sostenible, incluye varias estrategias de acción claras, así como proyectos concretos para combatir la pobreza y preservar los recursos naturales.
"Si las ideas no son implementadas no podemos avanzar. Lo acordado es algo práctico y ambicioso, y compromete a los líderes con planes de acción para el desarrollo sostenible", aseguró.
Agregó que en el texto los líderes mundiales también manifiestan su intención de lanzar una negociación para establecer objetivos de desarrollo sostenible tal como fueron definidos exitosamente los objetivos del milenio para combatir la pobreza e impulsar la educación y la salud en todo el mundo.
"Hace 20 años los líderes de todo el mundo en un encuentro histórico en Río de Janeiro colocaron el medio ambiente como una prioridad, pero todas las palabras no fueron suficientes. Estamos en un camino peligroso y los líderes entendieron eso ahora y trazaron el camino para un modelo de economía sostenible", dijo.
Según Ban, los Gobiernos de todo el mundo lanzan ahora en Río de Janeiro un mensaje de compromiso con un modelo económico que combata la pobreza y respete los límites de los recursos naturales.
"Y ahora no es sólo un mensaje con palabras sino también con acciones", agregó.
El secretario de la ONU considera que la Río+20, además de ya ser un marco, es también el inicio de un proceso para impulsar compromisos de todos los países con el desarrollo sostenible.
"El resultado de la Río+20 es más que un documento. Es un catalizador de un movimiento global de cambio", afirmó.
"Por eso estoy satisfecho con el compromiso asumido por los líderes y que permite decir que la Conferencia no es un fin sino un comienzo", afirmó.
Sobre la posibilidad de que los gobernantes puedan cambiar el documento ya consensuado y hacerlo más ambicioso hasta el viernes, cuando concluye la Cumbre, Ban afirmó que la ONU convoca para sus conferencias precisamente a los jefes de Estado y de Gobierno porque es consciente de que son ellos los que pueden tomar decisiones.
"Tenemos muchas agendas de acción y ellos son los que toman las decisiones, los que aprueban los recursos y los que establecen las prioridades. Por eso es que convocamos a los líderes", afirmó.
EFE
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