El Gobierno de Brasil preparó un "texto consolidado" y resumido para intentar cerrar las negociaciones de la Conferencia de la ONU sobre Desarrollo Sostenible Río+20, que fue entregado ayer a los delegados de todo el mundo.
Brasil asumió este sábado la coordinación de las negociaciones, después de que expirara el viernes el plazo previamente acordado, antes de la cumbre de jefes de Estado que se celebra en Río de Janeiro la semana que viene.
El ministro brasileño de Relaciones Exteriores, Antonio Patriota, explicó en una rueda de prensa que se ha pedido a las delegaciones un esfuerzo para lograr la convergencia, por lo que se ha solicitado que se abstengan de introducir enmiendas "editoriales" en el texto.
El documento elaborado por Brasil es una versión final "sin paréntesis" y tiene 56 páginas, frente a las más de 80 con las que contaba la declaración que se manejaba hasta el viernes, según Patriota.
El texto reafirma los principios de Río, asumidos en 1992, que reconocen que el desarrollo sostenible es una responsabilidad común a todos los países, pero con diferencias individuales.
En concreto, el documento plantea el inicio de un proceso intergubernamental que duraría hasta 2014 y tendría la misión de definir una "estrategia financiera" para dotar económicamente los instrumentos de desarrollo sostenible.
El negociador jefe de Brasil, Luiz Alberto Figueiredo Machado, explicó que el proceso de negociación posterior a la Río+20 será técnico y servirá para detallar los objetivos y sus medios de financiación.
Los puntos más sensibles de la negociación, donde permanecen las mayores divergencias, serán discutidos en mesas redondas especializadas, según el canciller.
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