Un hábitat puede parecer saludable, pero ¿qué ruidos pueden escucharse en él y qué dicen esos sonidos sobre el estado del ecosistema?
Es una pregunta a la que Bernie Krause ha dedicado gran parte de su vida. Y para hallar respuestas, ha obtenido miles de registros acústicos en distintos rincones del planeta.
Krause, autor del libro ‘La gran orquesta animal’, es quien acuñó el término ´biofonía´ para describir sus grabaciones en diversos ecosistemas.
Estos “paisajes acústicos” le han permitido demostrar el impacto en la fauna de alteraciones en su hábitat, aunque a simple vista nada parece haber cambiado.
Fue un encuentro casual mientras Krause grababa un álbum lo que lo llevó a cambiar el rumbo de su vida. “Fui a un campo y la primera vez que encendí el grabador cambió mi vida, porque ese sonido estéreo me hizo escuchar algo que hasta ese momento jamás había percibido”, comentó Krause.
Este autor tiene ahora un archivo de más de 4.500 paisajes acústicos grabados en diferentes puntos del planeta desde 1968. Desde entonces, más de la mitad de los paisajes han desaparecido.
Krause grabó, por ejemplo, el sonido en un área del norte de California antes y después de que se cortaran árboles. La deforestación era “selectiva”, es decir, se derribaron árboles individuales en distintos puntos del ecosistema y aparentemente nada había cambiado. Sin embargo, las diferencias en las grabaciones de antes y después son innegables.
Asimismo afirma que los tumultos políticos, el cambio climático y el impacto de la actividad humana han contribuido a la pérdida de muchos de esos sonidos.
Krause usa la evidencia de la degradación y la biofonía para demostrar cómo ecosistemas con apariencia saludable pueden estar dañados. También sostiene que en un medio prístino, insectos, aves, reptiles y otros animales han encontrado cada uno su nicho, una frecuencia única en la que pueden comunicarse y ser oídos en medio del ruido general y según su experiencia creando un espectrógramo, un gráfico del paisaje acústico utilizando como coordenadas el tiempo y la frecuencia, Krause puede identificar los patrones formados por sonidos naturales. “Cuando el patrón está muy estructurado y puede discriminarse claramente entre las voces, sabemos que se trata de un hábitat saludable”, afirmó.
Un espectrógramo también muestra si hay frecuencias ausentes, sonidos que estaban anteriormente y han desaparecido.
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