Daniel Cruz, representante del Grupo de Trabajo Cambio Climático y Justicia en Rio+20, plasmó su experiencia al asistir a este evento con el siguiente artículo:
“Considerando que los pasados 20 años, la inequidad así como los problemas generados a causa del deterioro ambiental, se han profundizado en todo el mundo, era indudable que las discusiones desde una perspectiva de justicia se den tanto en el espacio oficial de Rio+20, pero sobre todo en el alternativo. En el primero, la mención a la justicia queda marcada por ser una palabra obligatoria a ser pronunciada en los discursos oficiales; mientras que en la Cúpula dos povos es donde se magnifica la voz de quienes son cada vez mas los afectados pero también de quienes adquieren mayor consciencia sobre los problemas globales.
Justicia social, ambiental y climática congregaron a pueblos indígenas, jóvenes, iglesias, ONGs y movimientos sociales no solo del Sur sino también del Norte global.
Debates sobre la ética y la necesidad de rescatar los valores humanos fueron el eje del diálogo entre representantes de organizaciones de Estados Unidos, Japón y Australia y la necesidad de organizarse para que esto se aborde en la educación. Quizá por la misma razón que mi presencia fue casi por coincidencia es que no estaban otros representantes del Sur, y con mayor razón acentué la necesidad de que los procesos de reflexión y autocrítica por los estilos de vida de los países monetariamente ricos sean expandidos en sus sociedades que lleven primeramente a cambios de comportamiento y se traduzcan luego en demandas políticas. La posibilidad de establecer puentes de comunicación entre sociedades fue una de las conclusiones.
En un espacio muy aparte de los mencionados, fue celebrado el 4to día de la Agricultura y Desarrollo rural. Entre varios, se dio voz al Banco Mundial y el Ministerio de Agricultura a la vez coordinador de agronegocios en Brasil aplaudiendo el ejemplo de este país por mostrar que es posible la convergencia del sector privado y lograr beneficios para los pequeños agricultores. Por supuesto que no se habló de los atropellos y desalojos forzados que generan la cosecha de estos commodities. En medio de muchos papeles de propaganda incluyendo las de Monsanto, en algo salvó el día la participación de Mary Robinson, ex Alta Comisionada de la ONU para Derechos Humanos y presidenta de la fundación que lleva su nombre y está abocada a la justicia climática y el empoderamiento de poblaciones afectadas para desarrollo sustentable y enfocado en los pueblos. Al mismo tiempo en un auditorio mucho menor, estuvo Vandana Shiva con sus importantes reflexiones sobre los procesos sostenibles centrados en los pequeños agricultores y difundiendo su futura campaña por la Soberanía de las Semillas en Septiembre. Tanto por las intervenciones que pude lograr en estos espacios como charlas posteriores, mostraron un claro interés por Bolivia y las acciones de la sociedad civil.
Una multiplicidad de representantes de movimientos sociales y organizaciones de todos los continentes, la mayoría víctimas de proyectos de las grandes corporaciones se pronunciaron en el lanzamiento de la campaña para Combatir el poder de las Corporaciones impulsada también por Centro para la Democracia y Fundación Solón desde Bolivia. Se ha remarcado la fuerte influencia sobre la ONU para llevar adelante la economía verde, se llama a una resistencia global para denunciar las acciones que atentan contra las poblaciones y soberanía de muchos países incluyendo el nuestro.
Otra campaña ya en marcha, es la Campaña global para exigir Justicia Climática impulsada principalmente por organizaciones asiáticas y de medio oriente; el reconocimiento por la deuda climática, la transferencia de tecnología sin barreras, la transformación a un sistema basado en la equidad son las demandas por las que convocan a sumarse y es un otro espacio en el que nuevamente coincidimos con la Plataforma boliviana frente al CC. Con un papel sobre todo de difusión mediática y efectiva, está Global Justice Ecology Project que busca mostrar que es posible crear puentes entre las demandas de justicia social, ambiental y ecológica para reforzar esfuerzos comunes.
En lo que será el último día oficial de negociaciones, pero sin duda uno más de la continuidad de los esfuerzos de los pueblos, queda pendiente nuestra presencia en un espacio que busca generar posibles articulaciones entre ONGs latinoamericanas para acciones Post-Rio+20.
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