sábado, 23 de junio de 2012

Aprueban la “economía verde”, pero Bolivia pone sus reservas

Con aplausos y en consenso, los representantes de alto nivel aprobaron anoche el texto del acuerdo de Río+20 que adopta la “economía verde” para alcanzar el desarrollo sostenible, a la cual Bolivia le pone “reservas”.

Luego de tres días de debate, en medio de la presión de diferentes organizaciones de la sociedad civil, que exigían cambios al texto acordado por la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible Río+20, las delegaciones de los estados miembros de la ONU sellaron el documento que establece nuevos lineamientos para luchar contra la pobreza.

El documento, denominado El futuro que queremos, ha sido rechazado por la sociedad civil en su conjunto, sobre todo la “economía verde” que, en su opinión, busca mercantilizar la naturaleza.

El jefe de la delegación boliviana en Río+20, René Orellana, pidió a la plenaria de la conferencia tomar nota de la posición de Bolivia.

Bolivia “rechaza la ‘economía verde’ como un nuevo modelo y herramienta para la privatización de la naturaleza y la sociedad, con el supuesto de alcanzar el desarrollo sostenible y erradicar la pobreza”, dijo.

Orellana puntualizó que Bolivia rechaza “cualquier interpretación que derive en la mercantilización en los ciclos de la naturaleza, en el pago por servicios ambientales, formas de evasión de los derechos adquiridos por los países desarrollados y condicionantes a la cooperación técnica, tecnológica y/o financiera”.

Según Orellana, el país adoptará la visión y herramientas de acuerdo con sus condiciones nacionales para lograr el desarrollo sostenible.

A Marcos Nordgren, director de CIPCA en Riberalta, no le sorprende la aprobación del texto sin modificación. Califica de insuficiente la declaración boliviana, ya que tras el discurso del presidente Evo Morales se esperaba que sea más firme.

“Esperábamos más. Es una posición diplomática débil que finalmente terminó aceptando un texto que es rechazado por la sociedad civil. La reserva es un mecanismo tan débil que igual queda en saco roto”, dijo.

Hay ambigüedad
Retroceso Activistas de medio ambiente consideran que la posición de Bolivia respecto a la aprobación del acuerdo de Río+20 es ambigua.


Alegato En los discursos de los delegados de alto nivel se escucharon críticas al modelo planteado para el desarrollo; muchos señalaron que la “economía verde” debe introducirse en los países de acuerdo con sus necesidades.

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