lunes, 21 de octubre de 2024

Brigadas monitorean incendio en el Parque Tunari

 Un nuevo incendio se reportó la tarde de este lunes en el Parque Nacional Tunarí (PNT). El fuego movilizó a bomberos voluntarios y a personal de otras instituciones para evitar su propagación en la zona de Tirani, al norte de la ciudad de Cochabamba.  

El incendio fue controlado, luego de afectar a algunos árboles eucalipto y pastizales, según informes preliminares.

Sin embargo, algunos pobladores informaron que el fuego se reactivó en la zona, motivo por el que las brigadas nuevamente se desplazan al lugar para monitorear la situación.

Brigadas monitorean incendio en el Parque Tunari

miércoles, 16 de octubre de 2024

El fuego ingresa al parque Noel Kempff y piden apoyo para sofocar los incendios en el Madidi

 Los pulmones verdes sufren por las llamas que ya consumieron seis millones de hectáreas de bosques. El lunes pidieron ayuda para socorrer al Madidi y ahora despliegan aeronaves en el Noel Kempff

Mientras pobladores del norte paceño esperan la ayuda para sofocar las llamas en el Madidi, en Santa Cruz el parque Noel Kempff Mercado registra un foco de incendio en el sector fronterizo con Brasil.

El Comando de Incidencia de San Ignacio de Velasco desplazó aeronaves para atender esta emergencia.

Juan Xavier Pérez, del Comando de Incidencia Binacional Bolivia-Brasil, informó que se registra un incendio en el parque Noel Kempff Mercado, en el sector fronterizo con Brasil. Además, hay fuego en otras zonas de San Ignacio de Velasco, como Porvenir, Monte Cristo Tiquín, Cerro Pelado, Picaflor y Florida.

Indicó que se prioriza el combate por aire en la zona de Porvenir y en el Noel Kempff, donde se están haciendo descargas de agua. También se realizan operaciones aéreas en Florida, que es puerta de entrada al parque.

Manifestó que se prioriza el trabajo aéreo debido a que es muy riesgoso desplazar brigadas por tierra. Sin embargo, en otro sector se han dispuesto de marineros para hacer el trabajo de enfriamiento tras las descargas.

Por otro lado, en Ixiamas los pobladores se organizan para desplazarse hasta la zona de Tequeje, que es uno de los sectores  cercanos al parque Madidi que está afectado por las llamas.

“Por favor se necesita gente, hay una flota para ir al lugar del incendio. (Se pide) llevar baldes, bidones, rastrillos y matafuego”, dice uno de los mensajes divulgados a través de las redes sociales.

La representante de la Coordinadora Nacional de Defensa de Territorios Indígena Originarios Campesinos y Áreas Protegidas (Contiacap), Ruth Alipaz, hizo un llamado a las autoridades para que  apoyen y detengan el desastre.

“El Parque Nacional Madidi se está quemando por diferentes sectores. Por Ixiamas, desde un camino recientemente abierto por bajo Undumo y este domingo empezó otro incendio por el Río Tequeje”, advirtió Alipaz.

Procesos

De acuerdo con el reporte del área jurídica de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierras (ABT) existen cuatro personas con sentencia condenatoria y cinco con detención preventiva, por provocar incendios forestales en el territorio nacional. 

“Tenemos cuatro sentencias condenatorias y cinco personas con detención preventiva, dos de ellas aprehendidas en flagrancia el fin de semana, en un patrullaje aéreo en la reserva forestal de Guayaros”, explicó Robin Justiniano, de la ABT.

Informó que a la fecha se activaron 117 procesos penales, de los cuales 69 corresponden a personas identificadas y 48 a presuntos autores.

Además, se iniciaron 350 procesos administrativos, 194 en propiedades privadas y 156 en comunidades. Del total, 190 se abrieron en los municipios  cruceños de San Matías, San Ignacio de Velasco, Concepción y Guarayos.

En Santa Cruz

El Centro de Operaciones de Emergencia Departamental (COED) reportó este martes 26 incendios forestales en 13 municipios. Los más afectados son Concepción, San Ignacio de Velasco, Roboré, Urubichá y San José de Chiquitos.

Según el informe del Sistema de Alerta Temprana de Incendios Forestales (Satif), hay diez complejos de incendios que forman grandes líneas de fuego.

Jhonny Rojas, coordinador del COED, detalló que 563 bomberos forestales, voluntarios, guardaparques y rescatistas se encuentran desplegados en los distintos municipios. “Contamos también con el apoyo del Ejército y la Fuerza Aérea, que realizan descargas de agua en las zonas críticas”, afirmó Rojas.

La anterior semana, el viceministro de Defensa Civil, Juan Carlos Calvimontes, estimó que en unos diez días se podría sofocar todos los incendios; sin embargo, aún persisten las emergencias.

En Beni

Los incendios que se registran en el departamento beniano obligaron a suspender las operaciones en los aeropuertos de Trinidad y Rurrenabaque.

Mediante comunicados oficiales, Navegación Aérea y Aeropuertos Bolivianos (Naabol) informó que, tanto los despegues como los aterrizajes en esos  aeropuertos, fueron suspendidos hasta que las condiciones de visibilidad mejoren.

Para el despegue y aterrizaje de las aeronaves se debe tener como mínimo 1.600 metros de visibilidad, pero se tiene 1.000 metros.

lunes, 14 de octubre de 2024

Mujeres conservan la almendra chiquitana y un bosque cercado por el fuego

 Ni el humo que está enfermando a su comunidad, ni el fuego más cercano que está a 15 kilómetros impiden a Agustina Mancari y otras dos madres de familia ir a cosechar almendra chiquitana, su fuente de ingresos sostenibles en época seca. El dinero obtenido con esta venta, les permitirá pagar los gastos básicos de las tres familias.

Son las 5:00 del viernes 6 de septiembre en Palmarito de la Frontera, una comunidad en la Tierra Comunitaria de Origen (TCO) Monte Verde, del municipio de Concepción, ubicado en Santa Cruz, Bolivia.

En las casas, las mujeres preparan el desayuno y salen a ordeñar a las vacas. Aunque la producción de leche es escasa debido a la temporada seca, es suficiente para la comunidad. Los hombres, en cambio, encienden sus motocicletas para ir a trabajar en estancias, haciendas y colonias menonitas cercanas.

“La amenaza constante de incendios nos da miedo, nuestro bosque se puede perder”, dice Victoria Yopié, recolectora y ex cacique general de la comunidad, quien afirma que son 100 las familias que recolectan frutos silvestres.

Mientras tanto, bomberos comunitarios regresan cansados, tras haber pasado la noche sofocando un incendio a 30 kilómetros de distancia. Si el fuego avanza, arrasaría, como ya lo ha hecho en otras comunidades, ese pedacito del bosque seco manejado por mujeres, quienes preservan este bosque de manera sostenible.

La Chiquitanía, donde está Palmarito de la Frontera, cuenta con más de 100 frutos silvestres, de los cuales al menos 10 tienen un potencial industrial, económico y ecológico para conservar el bosque seco chiquitano, según Javier Coimbra, autor de la “Guía de frutos silvestres comestibles” de esa región.

“Nosotras conocemos nuestra tierra y sabemos qué cosechar, dónde y qué tiempo”, cuenta Leonilda Chuvirú, otra comunaria, mientras se alista para ir a recolectar almendras. Esto es signo de que conocen su territorio, su clima, su biodiversidad y qué ofrece en cada temporada. Por ello, sus habitantes son “guardianes” de su bosque, que ahora está en peligro.

LA RECOLECCIÓN DE LA ALMENDRA

A las 7:00, el grupo de mujeres, acompañadas de sus hijos, parte en un motocarro de carga, conducido por una adolescente, hacia la pampa comunitaria. La pampa está cubierta por una densa alfombra de pasto, paja y hojas secas, que fácilmente podrían alimentar incendios forestales. La tarea es recolectar los frutos acumulados debajo de los árboles.

Agustina Mancari recuerda que, en los años de buena producción, logró mejorar la construcción de su casa. Sin embargo, la recolección tomaba más tiempo debido a la falta de transporte, herramientas como palancas quebradoras, la participación limitada de la comunidad y el escaso apoyo disponible.

Aunque muchos de estos factores han mejorado, las familias ahora enfrentan un nuevo desafío: el fuego que amenaza la comunidad desde varios frentes, exacerbando la ya grave crisis climática.

Palmarito de la Frontera es la comunidad chiquitana más numerosa de Monte Verde. Según el censo de 2024, cuenta con 823 integrantes distribuidos en 240 familias. De estas, aproximadamente 100 recolectan almendra, asegura Victoria Yopié, de la Asociación Integral de Mujeres Buscando Nuevos Horizontes, que agrupa a recolectoras del lugar.

Este proyecto de recolección se inició en 2008 por iniciativa de la Fundación para la Conservación del Bosque Seco Chiquitano (FCBC), pero ahora es llevado a cabo por la comunidad y le implica una fuente importante de ingresos en la época seca.

Durante los 16 años del proyecto, el precio de la almendra ha subido, lo que es una gran oportunidad para mujeres y niños de la comunidad.  En 2018 fue de 22 bolivianos, en 2020 fue 38 bolivianos y en 2024 alcanzó los 42 bolivianos. A través de la recolección, las mujeres y niños complementan el trabajo de los hombres que a veces tiene magra remuneración.

La misma FCBC estima que, en 2023, la Chiquitanía produjo 30 toneladas de almendra, generando un ingreso de aproximadamente 1.140.000 bolivianos para las comunidades de San José, Concepción, San Ignacio y Lomerío, beneficiando a la economía de más de 500 familias.

UN SUPERALIMENTO

La almendra chiquitana (Dipteryx alata) es uno de los recursos naturales más valiosos de la región. Este árbol nativo tiene gran valor ecológico y económico. La alta densidad de su madera lo convierte en un sumidero de carbono, sus raíces fijan nitrógeno, su pulpa es rica en almidón, apta para alimentar ganado en época de escasez de forraje. De su flor las abejas producen miel, y su carozo se utiliza para carbón y artesanías.

La semilla, conocida como nokomunish en bésiro, idioma chiquitano, es rica en nutrientes. Según la revista brasileña Brazilian Farmers, su alto contenido de proteínas, 30 por ciento, lo convierte en uno de los mejores frutos secos del mundo. Su agradable sabor es una mezcla de maní, nuez y anacardo, crujiente pero suave.

Sus propiedades nutritivas y su potencial para la conservación ambiental, lo han elevado al estatus de superalimento, de acuerdo con Brazilian Farmers. Además, su versatilidad culinaria permite utilizarla en una amplia gama de preparaciones, desde cócteles, pastelería, leches vegetales, aceite, mantequilla, comida tradicional, comida gourmet y, claro, snacks.

Este árbol se encuentra en el cerrado boliviano y brasileño, uno de los ecosistemas más biodiversos del mundo, según el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF por sus siglas en inglés).

El bosque seco chiquitano alberga al cerrado, sabanas, humedales, monte alto, y pampas. En las pampas, compuestas de árboles de tamaño medio y separados entre sí, es donde justamente se hallan más almendras. Todas estas áreas cumplen distintos roles en la regulación del clima y el ciclo regional del agua.

En Palmarito, cada familia tiene mínimamente siete almendras en sus patios, aunque algunas cuentan con hasta 60 unidades. Estos árboles crecen de manera natural en terrenos comunitarios y en áreas privadas, poblando gran parte de las 19 mil hectáreas de Palmarito y, según la FCBC, está presente en más de 2 millones de hectáreas del bosque seco chiquitano, es decir, el tamaño de Israel.

La cadena de valor de la almendra chiquitana incluye recolectores, asociaciones de productores, acopiadores, distribuidores, comerciantes mayoristas y minoristas, tiendas, restaurantes, otros transformadores y exportadores. El eslabón clave son las comunidades recolectoras, que no sólo cosechan, sino que también despican (quiebran las cáscaras) y entregan el fruto a centros de acopio, generando una importante fuente de ingresos.

ES RENTABLE Y EMPODERA

Las mujeres juegan un rol crucial en este proceso, no sólo económico y ecológico, sino también social. “Este año ya hice 4 kilos, y espero llegar a 10. Con ese dinero pago la luz y el agua”, dice Ignacia Aponte, una de las recolectoras. Ese ingreso, generado gracias al cuidado del árbol en su patio, en las calles de Palmarito y en la pampa, se destina a gastos de primera necesidad.

A diferencia de años anteriores, el trabajo se ha aligerado gracias a las despicadoras. “Antes quebrábamos con machete y para hacer un kilo, tardábamos hasta tres horas, ahora con la quebradora, en menos de media hora hacemos un kilo”, recuerda Victoria Yopié.

Esta herramienta, en algunos casos autofinanciada y en otros, donada por organizaciones no gubernamentales o empresarios, genera un ahorro vital de tiempo. Sin embargo, Agustina Mancari, mientras quiebra el carozo con machete y martillo encima de un tronco, explica que a los dos años de uso las máquinas comenzaron a fallar. “Hay que mandarlas a reparar hasta Concepción”, dice.

Ruth Delgado, gerente de proyectos de la Fundación Amigos de la Naturaleza (FAN), afirma que la recolección de la almendra genera “reconocimiento en efectivo (en dinero) y empoderamiento” para las mujeres, quienes aportan significativamente al sustento familiar y tienen limitado acceso a otras oportunidades de generar ingresos.

Para muchas familias, el ingreso generado por la almendra es esencial, especialmente cuando los hombres se van lejos a trabajar y no envían dinero. “Con lo que ganamos compramos arroz, fideito y verduras”, relata Paulina Putaré, una niña de 11 años, que ayuda en la recolección.

El trabajo de las mujeres es valioso en un contexto donde la informalidad laboral es elevada, alcanzando más del 80 por ciento en el sector rural, según la Organización Internacional del Trabajo (OIT).  “A veces, los maridos no reciben su pago, les pagan menos o el patrón les hace esperar. Nosotras necesitamos buscar para la olla, porque todos comemos de la olla”, comenta María Putaré.

La recolección no sólo provee ingresos, da de comer a los hijos y paga los gastos básicos, sino que también, asegura el bienestar de la comunidad, refuerza el liderazgo y empodera a las mujeres indígenas chiquitanas.

MUJERES RECOLECTORAS

Entre el humo y el calor sofocante, mujeres y niños trabajan, se agachan, recogen y cargan, por tres horas. La cosecha se almacena temporalmente en un punto de la pampa. “Aquí nadie roba”, asegura Agustina Mancari. Luego, se dirigen a estancias ganaderas para continuar recogiendo en terrenos donde el esposo de una de ellas trabaja.

Ya en la tarde de vuelta en la comunidad, las mujeres despican las almendras utilizando palancas quebradoras. Los carozos se llevan como carbón a hornos de barro, y las valiosas semillas se entregan a Agustina Aponte, una de las tres acopiadoras locales.

En 2024, la producción ha sido mucho más baja, alcanzando hasta la fecha apenas una quinta parte de la cosecha del año anterior. A pesar de los retos tan desafiantes, la conservación de la Chiquitanía es posible. Las mujeres, como guardianas del bosque seco chiquitano, valoran los beneficios a largo plazo de preservar estos árboles, y aportan desde su esfuerzo. Al respecto, la niña Paulina Putaré cuenta que: “cada vez lo regamos para que no se sequen”.

María Putaré, una de las recolectoras más experimentadas, tiene censados árboles semilleros con un tamaño y forma perfectos. Conoce la edad de cada uno de ellos y tiene grandes expectativas para el futuro. “En tiempo de lluvia siembro, y a los tres años ya dan sus primeros frutos”, dice.

Para ella, el bosque es un bien compartido, y la comunidad tiene tanto el derecho de aprovecharlo como la responsabilidad de cuidarlo. Esto motiva a la comunidad a organizarse para proteger sus medios de subsistencia.

EL FUEGO, LA AMENAZA QUE ACORRALA

Llega el atardecer con una mala noticia, los bomberos informan que el fuego llegó a las áreas de Cusi, otra fuente sostenible de ingresos. En los días siguientes toca redoblar esfuerzos y enfrentar los incendios que cercan a la comunidad.

Durante los incendios de 2023, el fuego llegó hasta las puertas de Palmarito y este año, por la cercanía de las llamas, las comunarias temen que sus árboles de almendra sean afectados.

Hasta el 24 de septiembre de este año, según Arturo Revollo Herbas de Apoyo Para el Campesino Indígena del Oriente Boliviano (Apcob), se han quemado 598 mil hectáreas, más de la mitad de la superficie de la TCO. Por ello, nueve comunidades fueron evacuadas y el fuego, aún sin control, destruyó áreas de manejo forestal y áreas de cultivo de especies silvestres como cusi, copaibo y café, lo que afectará seriamente a las comunidades que dependen de estos recursos.

Los más afectados por la crisis climática, los incendios provocados y la acelerada expansión de la frontera agrícola son los pueblos indígenas, indica un estudio de Fundación Tierra del año 2021. Ellos cuidan sus territorios y los citadinos gozamos de las funciones ambientales y de los frutos de la Chiquitanía.

CONSERVAR EL BOSQUE: LA RESPUESTA

La solución es aprovechar la potencialidad del bosque, los frutos que este provee, que tienen alta demanda nacional e internacional. Esta cadena productiva no sólo beneficia a los exportadores, sino a un conjunto de actores y al primer eslabón: las comunidades recolectoras.

La tarea primordial es darle valor a ese cuidado, dignificar el trabajo del campesino y consumir sus productos. Palmarito de la Frontera apuesta por su comunidad. “Nosotras sabemos qué significa cuidar, sabemos que en el futuro nos dará frutos, y nos sentimos orgullosas de ser las guardianas de algo natural”, añade Victoria Yopié.

El cuidado de estas mujeres no sólo mejora la economía local, sino que protege y conserva el bosque seco chiquitano. Este trabajo asegura que la almendra chiquitana continúe siendo una fuente de sustento para futuras generaciones. En un contexto de emergencia ambiental y deforestación acelerada, su esfuerzo y dedicación se erigen como ejemplos de resistencia y adaptación en uno de los ecosistemas más vulnerables de Bolivia.


El INRA reporta que 9,8 millones de hectáreas afectadas por los incendios; el 61% son bosques

 Mientras que el 28% del fuego se concentra en propiedades agrícolas medianas y empresariales

El director nacional del Instituto Nacional de Reforma Agraria (INRA) informó que, hasta el 8 de octubre, se registraron 9,8 millones de hectáreas afectadas por incendios forestales en todo el país. El reporte sostiene que el 61% del fuego se concentra en zonas boscosas.

Según el informe, Santa Cruz es el departamento más afectado con el 68% de las cicatrices de quema, mientras que Beni representa el 28% y La Paz el 3%. Estas áreas incluyen 26 municipios y 34 comunidades, movilizando a 1.256 bomberos en todo el país para combatir los focos de fuego. 

Comparado con la semana pasada, se ha logrado reducir las áreas afectadas, pasando de 70 a 43 sectores con incendios activos. "La situación es crítica, pero hemos logrado avances significativos en la última semana", aseguró Núñez.

Áreas afectadas


El informe presentando por Núñez hace diferenciación por tipo de propiedad. Las tierras no disponibles, como parques nacionales, áreas protegidas y reservas forestales, constituyen el 28% de las hectáreas quemadas. Mientras tanto, las tierras disponibles para asentamientos representan un 9%. 

Las propiedades medianas y empresariales también sufren un alto impacto, con un 28% de las cicatrices de quema en sus terrenos, seguidas de los territorios indígenas, con un 26%.

Las tierras tituladas de forma colectiva y las pequeñas propiedades conforman el 5% y el 2% respectivamente.

En cuanto al tipo de vegetación, Núñez informó que el 61% de las áreas afectadas corresponden a zonas boscosas, mientras que el 39% son barbechos o pastizales.

Estos datos revelan que los incendios no solo están destruyendo pastizales o áreas agrícolas, sino también grandes extensiones de bosques, lo que agrava la situación ambiental.

El INRA también presentó un análisis histórico sobre las hectáreas afectadas por incendios forestales en los últimos años. En 2019, se registraron 5,2 millones de hectáreas quemadas. En 2020, la cifra bajó ligeramente a 4,9 millones, pero en 2021 disminuyó a 4,1 millones. Sin embargo, en 2022 aumentó de nuevo a 4,4 millones, y en 2023 alcanzó los 6,3 millones de hectáreas. Este año, 2024, ya se han superado los 9,8 millones de hectáreas.

El cambio climático agrava la situación, según Núñez, generando condiciones de sequía que facilitan la propagación de los incendios. Subrayó la necesidad de adoptar alternativas productivas sin el uso del fuego en sectores agrícolas y ganaderos, como la siembra directa y sistemas agroforestales, para enfrentar los desafíos ambientales que impactan tanto a Bolivia como al mundo.

Además, se está aplicando el Decreto 5225, que regula estrictamente el uso del fuego y suspende las quemas controladas en áreas protegidas, asegurando que tanto la policía como el ejército refuercen la protección de estas zonas afectadas.
El INRA reporta que 9,8 millones de hectáreas afectadas por los incendios; el 61% son bosques

sábado, 12 de octubre de 2024

América Latina bate récords en pérdida de biodiversidad: cuál es el riesgo poco conocido para las aves

 El mundo hoy está enfrentando una grave crisis por la pérdida de biodiversidad y América Latina y el Caribe es la región del mundo que está sufriendo el mayor declive.

Lo advirtió el Informe Planeta Vivo 2024 del Fondo Mundial para la Naturaleza (conocido por su sigla en inglés como WWF).

En ese contexto, las especies de aves también se ven afectadas. Hoy es el Día Mundial de las Aves Migratorias, y científicos y ambientalistas han llamado la atención sobre las amenazas que esas especies sufren, que incluyen un motivo subestimado: la electrocución por el contacto con las redes eléctricas.

El reporte de WWF midió el cambio promedio en el tamaño de las poblaciones de más de 5.000 especies de vertebrados y demostró que hubo un alarmante descenso del 73% entre los 1970 y 2020.

Los expertos que elaboran el informe se basan en el llamado “Índice Planeta Vivo (IPV)”, proporcionado por la Sociedad Zoológica de Londres, que permite analizar tendencias poblacionales de 5.495 especies.

Así revelaron que los ecosistemas de agua dulce han sufrido las mayores pérdidas, con una disminución del 85%. Los ecosistemas terrestres y marinos también han experimentado caídas significativas, del 69% y 56% respectivamente.

Los países ya acordaron objetivos globales para detener y revertir la pérdida de la naturaleza (que se conoce como Marco Global de Biodiversidad), para limitar el aumento de la temperatura global a 1,5 ºC (a través del Acuerdo de París) y para erradicar la pobreza (con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU).

Sin embargo, el reporte visualizó que los compromisos nacionales y las acciones sobre el terreno todavía están muy lejos de lo acordado.

Cuál es la situación de América Latina y el Caribe

En el caso de América Latina y el Caribe, el cambio climático es una amenaza adicional, en particular para las poblaciones de vida silvestre. En esta región se registró una disminución promedio del 95%.

En diálogo con Infobae, el ingeniero forestal Manuel Jaramillo, director de la Fundación Vida Silvestre que representa a la WWF en la Argentina, comentó cuáles son otros factores que han producido la pérdida de la biodiversidad en la región.

“El informe anterior también había señalado a la región como la peor posicionada en cuanto a la pérdida de biodiversidad. Uno de los factores es el cambio del uso del suelo para desarrollar la agricultura o la ganadería, que hace que las poblaciones de especies pierdan sus hábitats naturales”, expresó.

También el uso de agrotóxicos contaminantes de los ecosistemas de agua dulce, la invasión de especies animales y vegetales introducidas, y los efectos negativos del cambio climático, agregó.

Qué pasa con las aves

En cuanto a las aves, “las migratorias se ven particularmente afectadas con la transformación de los ecosistemas de humedales. Las aves los necesitan en sus diferentes desplazamientos, pero han sido reemplazados por desarrollos inmobiliarios”, dijo Jaramillo.

En diálogo con Infobae Natalia Rebolo-Ifrán, integrante del Laboratorio Ecotono del Instituto INIBIOMA que depende de la Universidad Nacional del Comahue y el Conicet, en Bariloche, Argentina, comentó: “las aves migratorias recorren grandes distancias desde sus lugares de invernada a los sitios de reproducción y pueden verse afectadas por muchos riesgos durante sus viajes”.

Pueden sufrir colisiones con tendidos de alta tensión, ya que vuelan a elevadas altitudes. “Además, los tendidos de media tensión —que son más bajos que los de alta, pero con cables eléctricos dispuestos a menores distancias—, suelen provocar electrocuciones cuando el ave toca dos al mismo tiempo. Esto suele suceder cuando las aves se posan a descansar en esas estructuras”, comentó la científica, quien publicó con un grupo de colaboradores de Perú y Chile un estudio sobre el problema en Sudamérica en la revista Perspectives in Ecology and Conservation.

El impacto de las líneas eléctricas en las aves no se limita a la mortalidad directa. También se han observado cambios en el comportamiento, alteraciones en la fisiología de las aves y la fragmentación o pérdida de su hábitat, lo que podría tener consecuencias a largo plazo en la dinámica poblacional.

Hay “muertes silenciosas” por electrocución, advirtió el doctor en ecología José Sarasola, investigador del Conicet en el Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (CECARA), que depende de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad Nacional de La Pampa.

El científico mencionó que se suelen reportar los casos de electrocución asociados con el corte del servicio eléctrico en la comunidad cercana. Pero habría muchos más casos que están sub-reportados.

El aumento del riesgo de mortalidad depende del diseño de las líneas, el material con el que están hechas y del tamaño y el comportamiento de las aves, según explicó.


martes, 1 de octubre de 2024

Tras semanas de reclamos, el Gobierno declara desastre nacional por incendios

 Ante la magnitud de los incendios forestales y la creciente presión, el Gobierno oficializó la declaratoria de desastre nacional, que facilita la llegada de ayuda internacional.

El presidente Luis Arce declaró oficialmente desastre nacional debido a los incendios forestales que han devastado el oriente boliviano. Esta decisión llega tras semanas de solicitudes por parte de autoridades locales, organizaciones y la población, que pedían una mayor intervención para enfrentar la emergencia ambiental que ya ha consumido más de 7 millones de hectáreas de bosque solo en Santa Cruz.

Durante una reunión con el gobernador en ejercicio de Santa Cruz, Mario Aguilera, y otras autoridades departamentales y municipales, Arce firmó el Decreto Supremo 5235, que formaliza la declaratoria de desastre nacional.

"Hemos aprobado este decreto 5235, que es el de declaratoria de desastres nacionales, para que podamos activar todo lo que esté en nuestras manos para poder enfrentar estos incendios que nos viene preocupando, no ahora, sino hace tres meses", afirmó el presidente. 

A su llegada a Santa Cruz, Arce fue recibido por Aguilera, quien, a inicios de septiembre, ya había declarado el desastre a nivel departamental. La presión aumentó en las últimas semanas, con sectores sociales y políticos exigiendo la declaratoria nacional para agilizar la llegada de ayuda internacional y optimizar los recursos de combate contra el fuego.

La ministra de la Presidencia, María Nela Prada, fue la encargada de leer el decreto, que establece medidas inmediatas para mitigar el desastre. "Las autoridades nacionales y territoriales trabajarán de manera conjunta para proteger el medioambiente y garantizar la seguridad de las personas afectadas", explicó.

El presidente resaltó que, aunque la declaratoria permitirá movilizar más recursos, el Gobierno ya había gestionado créditos internacionales para enfrentar la situación. Sin embargo, mencionó que estos recursos están pendientes de aprobación en la Asamblea Legislativa Plurinacional, e instó a los legisladores a acelerar el proceso.


El humo regresa a Santa Cruz y la calidad del aire es "extremadamente mala"

 Este martes, el ICA llegó a 372, de acuerdo con el Centro Nacional de Monitoreo Contra Incendios. Las autoridades recomiendan evitar las actividades al aire libre.

Este martes 1 de octubre, una espesa capa de humo volvió a cubrir la ciudad de Santa Cruz y afecta la visibilidad y la salud de la población. El humo proviene de los 45 incendios forestales que permanecen activos en la Chiquitania y los Valles cruceños.

Aunque hay algo de viento, el humo persiste en calles y avenidas, y la calidad del aire ha empeorado. La mañana de este martes, el Índice de Calidad del Aire (ICA) llegó 372, de acuerdo con el Centro Nacional de Monitoreo Contra Incendios. Es decir que es "extremadamente mala". Este nivel afecta especialmente a personas con problemas respiratorios, causando irritación en los ojos y la garganta.

Más temprano, según las mediciones del Municipio cruceño, el ICA había registrado 296, lo que se considera "muy mala". 

Las autoridades recomiendan evitar la exposición prolongada al aire libre, reducir la actividad física intensa y mantener una hidratación constante debido a las altas temperaturas. Para quienes deben salir, sugieren el uso de barbijo como medida de protección.

Índice de Calidad del Aire en Santa Cruz 1/10/2024

El ICA clasifica la contaminación del aire en cinco niveles: buena (0-50), regular (51-100), mala (101-150), muy mala (151-300) y extremadamente mala (más de 300). Es decir que  Santa Cruz está a cuatro puntos de tener la peor calidad de aire.

Los incendios forestales siguen activos en 17 municipios del departamento de Santa Cruz. Entre los más afectados están Concepción, San Ignacio de Velasco, San Rafael y Ascensión de Guarayos. Hasta ahora, más de 7 millones de hectáreas han sido consumidas por el fuego, según datos de la Gobernación.

Este lunes 30 de septiembre, el gobierno de Luis Arce declaró desastre nacional por los incendios forestales tras la presión de distintos sectores, que después consideraron tardía la acción.