Ambientalistas de diferentes instituciones realizaron ayer desde las 19:30 horas una vigilia en la plaza Manuel Castro y Padilla, con el fin de generar espacios en los que la población pueda informarse, reflexionar y debatir sobre la temática medioambiental y la Conferencia Rio+20.
Se aseveró que la vigilia artística con grupos folklóricos, teatro, danza, poesía, antes de la Conferencia Rio+20 es para generar un espacio de sensibilización, concienciación, reflexión, denuncia y propuesta acerca de la problemática del modelo de desarrollo global que, afirman, es causa de la crisis ambiental planetaria.
Entre los grupos artísticos se presentaron Trayectos, Alcotrafa, el Instituto Integral Auza Arnez, B-don-li, Taller de Niños Antropología, Canto Fa, Elenco Teatral Carpe Diem, Viento Sur, Ballet Sol Chaqueño y la banda de rock Atrios.
"Rechazamos la economía verde por ser una falsa solución ante la crisis climática y la destrucción de la biodiversidad, consecuencia de la expansión desarrollista y mercantil del capitalismo y el desarrollismo", manifestó la coordinadora regional del Grupo de Trabajo Cambio Climático Oruro, Norma Mollo.
Indicó que además la refutan por constituir uno de los mayores peligros para el planeta al pretender mercantilizar la naturaleza e incorporarla en los sistemas financieros, ya que en esencia permite a los países desarrollados y a las grandes corporaciones continuar evadiendo sus responsabilidades históricas y seguir contaminando las tierras y sobreexplotando los bienes naturales en los territorios.
"Alertamos del peligro de que en Río+20 el sistema y la institucionalidad para la economía verde sea acordado y lanzado como la propuesta para enfrentar la crisis climática y ambiental obedeciendo los intereses de las transnacionales y los países desarrollados que en su afán por resolver sus crisis financiera pretenden ahora incorporar las funciones de los ecosistemas en la lógica mercantil creando nuevos sistemas especulativos", dijo Mollo.
Asimismo, se afirmó que la economía verde en Bolivia significará un retroceso en las conquistas logradas hasta el momento, como son derechos colectivos de los pueblos indígenas, el derecho humano al agua, la economía plural y las normas aprobadas por los derechos de la "Madre Tierra", además abrirá mayores posibilidades de acaparamiento para las corporaciones, aumentando condicionalidades de la ayuda para el desarrollo a la implementación de estas políticas.
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