Investigadores avanzan a más de 5.200 metros de altura, se dirigen a la estación de monitoreo en Chacaltaya, donde registran el acelerado derretimiento de los glaciares en la Cordillera Real, la cadena montañosa más importante de Bolivia.
Evaluaciones internacionales estimaron que los bloques congelados de esa región desaparecerían definitivamente en el año 2015, como consecuencia del calentamiento global.
No obstante, consideran que la pérdida podría adelantarse por la influencia de las partículas contaminantes. "Estos aerosoles, estas partículas suspendidas, se depositan sobre los glaciares, y al depositarse incrementan su capacidad de absorber energía, en especial la radiación solar", señaló Francesco Zaratti, de la Universidad Mayor de San Andrés. Dichas partículas vienen de las industrias de La Paz y El Alto
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