Brasil entregó hoy a Naciones Unidas en un acto simbólico la soberanía del centro de convenciones Riocentro, de Río de Janeiro, donde se celebrará la Conferencia sobre Desarrollo Sostenible Río+20 dentro de dos semanas.
En la ceremonia se izaron las banderas de la ONU, la brasileña y otra con el logotipo de la Río+20, una cita que se celebra en el vigésimo aniversario de la Cumbre de la Tierra de 1992, que tuvo lugar en el mismo recinto de Río de Janeiro.
Cerca de un centenar de jefes de Estado y de Gobierno y unos 50.000 delegados de al menos 176 países participarán en esta conferencia que tendrá lugar entre los próximos días 20 y 22.
La Río+20 pretende darle un nuevo impulso a las agendas del medio ambiente y de reducción de la pobreza con debates que versarán sobre el concepto de economía verde y la posibilidad de reformar los organismos de la ONU dedicados al desarrollo sostenible.
Con el acto de entrega de la soberanía, la ONU pasa a gestionar la organización y la seguridad interna del centro de convenciones, que está ubicado en el barrio de Jacarepaguá, a unos 40 kilómetros del centro de Río de Janeiro, hasta el próximo sábado 23, un día después de la clausura de la conferencia.
El Riocentro ocupa 100.000 metros cuadrados, un área cuatro veces mayor a la utilizada en la Cumbre de la Tierra, y albergará 14 salas de conferencias y un salón de plenarias con capacidad para 2.500 personas.
De forma paralela a la entrega de soberanía, las autoridades brasileñas pusieron en marcha hoy el plan de seguridad, en el que van a trabajar unos 15.000 policías.
Además de la conferencia de alto nivel, la Río+20 va a contar con centenares de actividades paralelas, que van a comenzar el próximo día 13 y tendrán lugar en diversos puntos de la ciudad brasileña. La actividad paralela más importante es la llamada Cumbre de los Pueblos, que reunirá a unos 20.000 militantes de organizaciones y movimientos sociales, según sus organizadores.
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