martes, 1 de diciembre de 2015

Cumbre climática Encuentran incoherencia en discurso de Evo Morales


FotografÍa oficial de presidentes asistentes a la Cumbre Climática.

Dos expertos e investigadores del cambio climático y medioambiente calificaron de contradictorio el discurso del presidente Evo Morales en defensa de la Madre Tierra en paneles internacionales como la COP-21 de París, cuando en el país se aplican políticas extractivistas, como nunca antes se vieron, así como una ampliación de la frontera agropecuaria que agrava más el calentamiento global.

El presidente Morales, en su intervención en la cumbre climática de París, dijo ante 150 jefes de Estado que “si continuamos en el camino trazado por el capitalismo estamos condenados a desaparecer”.

BIÓLOGO E INVESTIGADOR

El biólogo, investigador y experto en mediciones medioambientales, Marco Octavio Ribera, en entrevista con ANF, dijo que la situación del país es bastante paradójica, porque mientras en paneles internacionales como la Cumbre del Cambio Climático se pregona un modelo de defensa de la naturaleza y el medioambiente, en los hechos se aprobaron una serie de normas que amplían la frontera agropecuaria a un millón de hectáreas al año.

“La defensa de la Madre Tierra en el país va en contraruta y en contrasentido a lo que se pregona; los países más desarrollados del mundo reconocen a Bolivia como un modelo paradigmático de defensa de la naturaleza, pero adolecen de una absoluta ignorancia de la realidad sudamericana”, dijo.

Ribera alertó que en la COP-21, los países desarrollados e industrializados intentarán contraponer lo que se conoce sobre el cambio climático con otras posiciones más acríticas, frente a las naciones latinoamericanas no desarrolladas o subdesarrolladas que tienen mayor legitimidad para sustentar los efectos del cambio climático.

En análisis del investigador, Bolivia “aporta” con menos del 1% en la contaminación global en términos industriales, pero dijo que la tendencia de favorecer el avance de las fronteras agropecuarias a razón de diez millones de hectáreas en la próxima década, producto de la Ley 337 de Apoyo a la Producción de Alimentos y Restitución de Bosques, hace que el discurso de Bolivia vaya en contraruta de lo que sucede en términos reales.

“La frontera agropecuaria significa la eliminación de los sumideros de carbono y la emisión de gases de efecto invernadero. Entonces la situación es bastante paradójica como país. Por una parte tenemos legitimidad de reclamar pero también tenemos compromisos y culpas como país, fronteras agropecuarias, profundización de la minería y la actividad hidrocarburífera”, señaló.

Calificó como un “juego político” de los paneles internacionales mantener a Bolivia como el modelo paradigmático de defensa de la Madre Tierra y que en los hechos los países desarrollados no aceptarán un acuerdo vinculante como se planteó en la cumbre de París. (ANF)

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