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lunes, 7 de diciembre de 2015
Pablo Solón: “Tenemos que ser guarda bosques por la Madre Tierra”
CAMBIO CLIMÁTICO | EL EXPERTO EXPLICA DÓNDE SE ESTÁ EQUIVOCANDO BOLIVIA EN LAS NEGOCIACIONES EN PARÍS Y CRITICA LA CONTRADICCIÓN EN EL DISCURSO DEL GOBIERNO RESPECTO DE LA LUCHA CONTRA EL CALENTAMIENTO GLOBAL.
Comienza la segunda semana de negociaciones en la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático (CMNUCC), COP21 en París. Y se viene lo difícil porque es ahora que los delegados deberán comenzar a trabajar contra reloj para lograr un acuerdo que pueda enfrentar las consecuencias del cambio climático y el calentamiento global y satisfacer a sus pueblos.
Pablo Solón, ex negociador de Bolivia en la CMNUCC, quien está en París desde la primera semana como parte de la sociedad civil, analiza la posición que tiene el país en esta reunión y fuera de ella.
OH!: ¿Qué está haciendo Pablo Solón en la COP21?
Como Fundación Solón y personalmente, hago un seguimiento de cambio climático. Es un tema con el cual institucional y personalmente me siento muy apegado; vamos a seguir las negociaciones de cambio climático, aunque ya se sabe cuál va a ser el resultado: La COP21 no va a dar nada que se aproxime a lo que necesita el planeta, así que creo que este escenario es más interesante por la confluencia de diferentes movimientos intelectuales, activistas y científicos.
OH!: ¿No va a salir un acuerdo de la COP21?
Hasta ahora la táctica desde la sociedad civil ha sido ponerle presión a las negociaciones y que estas terminen en un acuerdo que, sin ser lo que deseamos, vaya algo en esa dirección. París marca una ruptura porque la amplia mayoría de grupos se han dado cuenta de que esto ya no va más. Creo que la gran pregunta no es qué va a salir de París, sino cómo vamos a encarar lo que salga desde la sociedad civil porque no creo que la solución salga desde los gobiernos.
OH!: Sin embargo usted ha sido el negociador por Bolivia en estas cumbres...
Justamente, estando dentro pensé que se podía hacer algo más, pero he llegado a la conclusión que es pedirle peras al olmo.
OH!: Pero son los políticos, a través de los negociadores, quienes terminan firmando el acuerdo...
Si. Van a sacar un documento, pero no lo que se necesita.
OH!: ¿Cómo se diferencia la posición de cuando Usted era negociador, de la que tiene actualmente el gobierno del presidente Morales?
En cierta medida es la misma, porque como negociador yo quería un acuerdo (y creía que se podía), que limite el incremento de la temperatura a 1.5 grados, y todo lo que hacía era con argumentos como hago ahora. Pero no se logró en Cancún (COP 16, 2010) y en París tampoco se logrará.
OH!: ¿No es demasiado pesimista? Hubo buenas iniciativas la primera semana...
En el Informe Síntesis que ha sacado ya la CMNUCC dice que el incremento va a estar entre 2.7 y 3.9 grados, y esto para tener el 50% de probabilidades de estar por debajo de los 2 grados. Es una tragedia. Yo he estado en otras negociaciones de las Naciones Unidas en otros temas, pero en el cambio climático se da la puja y el resultado se mueve hacia otro lado del que se ha negociado. Y eso se puede medir matemáticamente. La brecha que nos ha dejado Cancún es de 12 giga toneladas (Gt), deberíamos haber llegado a 44 Gt pero vamos a estar en 56 Gt el 2020. Y el 2030 vamos a estar en 60.
OH!: Mirando dentro de casa, siendo autocrítico y habiendo sido parte del equipo, ¿Qué no está bien en el discurso boliviano sobre cambio climático?
Mi posición ha sido y es clara, lo he dicho dentro del gobierno y lo he dicho en Tiquipaya: No hay coherencia entre lo que se dice y lo que se hace. Nosotros deberíamos estar liderando con el ejemplo, y ya no es época de discursos. En cambio climático no. Hace cinco años creía que sí, pero ahora es con ejemplos reales.
OH!: ¿Cuál es el tema más álgido?
En el caso boliviano el tema más grave es la deforestación. Más de 90 millones de toneladas de dióxido de carbono se emiten anualmente en Bolivia por la deforestación. Lo que debería hacer Bolivia es bajar esas emisiones causadas por una deforestación irresponsable porque ni siquiera es un tema de desarrollo, es por la quema que se hace. Si Bolivia baja sus emisiones por deforestación, podría hacer una reducción de emisiones más grande que la de la Unión Europea. Es tanto lo que nosotros emitimos, que en términos porcentuales sería una cantidad mayor.
Bolivia debió presentar (ante la COP21) una propuesta coherente con lo que ha aprobado en las Metas de Desarrollo Sustentable, donde el indicador 15.2 propone parar la deforestación hasta el 2020. Sin embargo Bolivia ha propuesto parar la deforestación ilegal hasta el 2020. Es decir que la deforestación continúa.
OH!: Pero ¿Y toda esta campaña de reforestación que lleva a cabo el Ministerio de Medio Ambiente?
En la propuesta presentada a la COP21, hay que hacer mucha suma y resta, lo que dice es que habrá una deforestación de tres millones de hectáreas hasta el 2020. Lo tratan de camuflar con una reforestación de 4.5 millones de hectáreas y en el documento dice que de 52.5 millones de hectáreas de bosque vamos a pasar a 54. Uno se alegra y piensa que tendremos más bosque, cuando en realidad se habla de reforestar 4.5 millones de hectáreas a un costo de mil dólares por hectárea. Es decir que se necesitarían 4.500 millones de dólares. Más de la mitad del crédito chino que ha conseguido el gobierno. No va a suceder.
OH!: ¿Cómo se ha hecho el cálculo de cuánto vale un plantín y cuánto un árbol en pie?
No se ha hecho un cálculo. Por lo menos no está en el documento. Pero los técnicos del Ministerio reconocen que el valor del plantín y el colocarlo, cuesta un dólar. Y ellos mismos confirman el dato de que en una hectárea hay mil plantines, ergo mil dólares por hectárea: 4.500 millones. No creo que sea una propuesta seria. Bolivia tendría que haberse comprometido a cero deforestación.
OH!:¿ Cuál ha sido el impacto en la preservación de los bosques de las tres leyes del “perdonazo”?
Es terrible. Han dado tres leyes, la del “Perdonazo”, que ya era increíble porque la sanción por deforestar una hectárea era 1.000 Bolivianos, pero hace un rato estamos hablando que forestar una hectárea cuesta mil dólares (aproximadamente 7.000 Bolivianos), y eso solo para poner los plantines.
Después está la Ley de Ampliación del Area de Desmonte, de cinco a 20 hectáreas, y tienen la otra que es la de la Ampliación para la Verificación de la función económica y social de la tierra. Y ahí yo acepto mi error, nos hemos equivocado: la tierra no es sólo de quien la trabaja porque esa es una visión productivista, es de quien la trabaja y de quién la cuida. La discusión del cambio climático a nivel de Bolivia nos muestra que tenemos que ir por otro camino que es absolutamente posible, económicamente viable y sobre todo rentable.
OH!: El Presidente Morales ha dicho que Bolivia no debe ser guardabosques del mundo.
No estoy de acuerdo. Lo he dicho públicamente: tenemos que ser guardabosques por la Madre Tierra. Uno de mis puntos más fuerte de crítica es que no somos coherentes en la lucha contra el cambio climático afuera con lo que hacemos en casa.
OH!: ¿Qué pasa en cuanto a la energía renovable y las hidroeléctricas?
Dicen que vamos a ir hacia una energía renovable, pero si uno revisa cuál es el plan del gobierno al respecto para el 2025, este es en base a las grandes hidroeléctricas: Bala, Cachuela y complejo Río Grande. Ellos dicen que es energía limpia sin dióxido de carbono. Y es cierto. No bota de dióxido de carbono, pero sí genera metano porque sus embalses inundan los bosques, esos árboles bajo el agua se descomponen y emiten metano. Metano que tiene una capacidad de 24 a 34 veces más contaminante que el dióxido de carbono. Construir grandes hidroeléctricas no es reducir emisiones sino todo lo contrario. Y además está la afectación a las comunidades, el costo. No es que no tenemos otras alternativas.
OH!: Justamente, ¿Cuáles son las alternativas?
Bolivia no tiene ni cinco Megawats en energía solar. Chile, a septiembre, tenía en funcionamiento 600 MW. Los precios de la energía solar están cayendo vertiginosamente. El Plan del Gobierno es llegar al año 2025 apenas a 25 MW de energía solar. Lo mismo con la energía eólica. Si invirtiéramos este dinero que se quiere gastar en las hidroeléctricas en estas energías, hasta el 2020 es posible que Bolivia tenga 400 o 500 MW.
OH! Si es tan evidente, ¿Por qué el gobierno del Presidente Morales se empecina en la construcción de las hidroeléctricas?
No lo entiendo. No entiendo por qué vamos por la energía nuclear con todos sus riesgos cuando podríamos ser la potencia de energía solar de la región, y promover esta energía con el modelo alemán de la familia, la comunidad, el municipio que genera energía solar no solo para su consumo sino para vender al sistema. El ciudadano se convierte de consumidor a generador. Y eso es coincidente con el Vivir Bien.
Perfil
Pablo Solón
Es estadista, sociólogo y economista. Se ha desempeñado como embajador de Bolivia ante las Naciones Unidas en Integración y Comercio, ha sido secretario de la Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR) y delegado en la Comisión de Reflexión Estratégica para la Integración de América del Sur (2006), entre otros. Trabajó varios proyectos sobre el Derecho Humano al Agua, la Madre Tierra y los Derechos de los Pueblos Indígenas. Ha sido negociador por Bolivia en la CMNUCC y ayudó a organizar la primera Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático en Cochabamba. Hoy es consultor y trabaja en la Fundación Solón.
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