domingo, 20 de diciembre de 2015

El acuerdo de la COP21 impacta en la economía latinoamericana

El acuerdo de la COP21 en París, firmado el sábado 12 de diciembre, limitará las emisiones de gases de efecto invernadero e impactará en el mediano plazo la demanda de petróleo y de sus derivados en el mundo, por ende a países de Latinoamérica cuyas economías se basan en sus ventas de petróleo y gas.
El reemplazo de la demanda de los combustibles fósiles puede demorar, pues los actuales precios vuelven competitivo al crudo. En la región, la principal fuente energética es el petróleo y sus derivados, aunque en los últimos años existió una mayor promoción de las energías renovables, como la hidroeléctrica y la solar.
Para el ecuatoriano René Ortiz, exsecretario de la OPEP, el cambio de fuente de energía es irreversible. Indicó al diario El Comercio, de Ecuador, que el consumo de energía, que como fuente tiene el petróleo, ha bajado del 47% al 37%, y ha crecido significativamente la instalación de energías fotovoltaica, eólica, hidroeléctrica e incluso nuclear.
Empero, reconoce que en países en vías de desarrollo continuará el consumo de petróleo y sus derivados, más aún si estos últimos han abaratado su costo por el bajo precio. En el último año y medio, el precio del galón de gasolina en Estados Unidos bajó de cuatro a dos dólares.
Cambio en la economía
Tal vez el cambio más significativo que afecte a América Latina en el futuro será el de la economía sin el uso de combustibles fósiles, así lo señala BBC Mundo. Los observadores indican que el objetivo del acuerdo es alcanzar un pico mundial de las emisiones de gases de efecto tan pronto como sea posible y que eso implica una dirección clara para evitar el uso del petróleo, gas y carbón y el traslado de las economías a la dependencia de las energías renovables.
Según la organización Greenpeace el acuerdo de París puso a las compañías petroleras "en el lado equivocado de la historia”.
Venezuela es el país con las mayores reservas de petróleo en el mundo. Colombia, México, Perú y Bolivia dependen del consumo de gasolina y gas. El acuerdo del COP21 podría tener enormes implicaciones para sus economías en el largo plazo.
Pero, a la vez, lo logrado en París podría ayudar al interés de los inversionistas en las energías renovables. América Latina es considerada una región bastante atractiva para la inversión en energía limpia.
Un reporte de la empresa Climatescope incluye a Brasil, Chile, México y Uruguay entre los 10 países más atractivos para invertir en energía eólica, solar y otras fuentes renovables. Uruguay ha hecho enormes esfuerzos sobre este tema. Cerca del 95% de su electricidad viene de fuentes renovables. Costa Rica alcanzó hace poco el record de utilizar por 94 días consecutivos sólo energía renovable en su sistema eléctrico.
Inversiones
El pacto de París señala que antes de 2025 los países deberán acordar una meta de al menos 100.000 millones de dólares cada año que los países desarrollados proveerán a los que están en vías de desarrollo en su lucha contra el cambio climático. Esto quiere decir que algunos países de América Latina podrían recibir dinero de un Fondo del Clima. Además, señala que los países firmantes se comprometen a "hacer esfuerzos” por limitar el calentamiento global a 1,5 grados centígrados.
Cada nación deberá comunicar cuál será su contribución a escala nacional para mitigar el calentamiento global, cada cinco años. Habrá mecanismos de control para velar por el cumplimiento de los acuerdos, aunque no se incluyeron sanciones para los que incumplan con sus compromisos.
Perú, Ecuador, Bolivia y Colombia son los países que tienen un tercio de la selva amazónica y millones de personas viven allí. Christiana Figueres, secretaria ejecutiva de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, aseguró que "no hay duda de que el cambio climático descontrolado amenaza la seguridad nacional de muchos países y en general la estabilidad mundial”.
El presidente de la COP21, el ministro de Relaciones Exteriores francés, Laurent Fabius, fue explícito en afirmar que "el acuerdo va a ayudar a los países latinoamericanos en sus intentos de reforestación y protección de la enorme selva amazónica”.
El pacto de París también reconoce la importancia de proveer "adecuados y previsibles” fondos para ayudar a los gobiernos para reducir la deforestación. Esto significa el incremento de dinero para los países que tienen parte de la Amazonía, en tanto puedan alcanzar los requerimientos para asegurar la reducción de la deforestación de una forma confiable.
Se creó el Comité sobre el Fomento de la Capacidad, con sede en París, para enfrentar a las carencias y necesidades existentes y nuevas en la aplicación de las medidas de fomento de los países en desarrollo. El acuerdo entrará en vigor 30 días después de la fecha en que no menos de 55 países, cuyas emisiones representen un 55% del total mundial de gases de efecto invernadero, haya ratificado, aceptado y aprobado el acuerdo.

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