El lago Poopó ubicado en el departamento de Oruro, que tiene una superficie de 4.620 kilómetros cuadrados, siendo el segundo más grande de Bolivia, después del lago Titicaca, se convirtió en una inmensa zona desértica, donde no existe indicios de agua, solo arcilla desquebrajada.
La situación en el lago Poopó es crítica, muchos no pueden creer cómo un lago con una extensión considerable, desaparezca de un momento a otro.
En un recorrido que hizo LA PATRIA por el sector, se verificó que el lago Poopó no tiene agua, la Isla de Panza que fue el lugar más profundo del lago, quedó como una zona desértica, solo quedaron algunas totoras como testigos de que algún día existió agua en este lugar.
Los pesqueros que durante toda su vida se dedicaron a esta actividad no puede creer la magnitud del hecho, pues si bien cuentan que por las características que tiene el lago Poopó existen temporadas en que el nivel del agua disminuye, nunca ocurrió que no exista ni una gota de agua en toda la planicie.
La autoridad originaria del cantón Untavi del municipio de Toledo, Valerio Rojas señaló que si bien el balance hídrico del lago siempre fue variado, es decir que aumenta y disminuye el espejo de agua, nunca se secó por completo.
Manifestó que según cuentan los antepasados, cada 50 años el lago se llena de orilla a orilla, y luego disminuye el espejo de agua, es así que en 1936 el lago Poopó se llenó de rincón a rincón, luego el espejo disminuyó y en 1986 se volvió a tener gran cantidad de agua.
No obstante aseveró que por las características que actualmente tiene el lago, al parecer no se volverá a tener agua, o no en el mismo porcentaje.
Comunarios de las poblaciones aledañas al lago aseguran que las causas para que ocurra este desastre, son los efectos del cambio climático que provocó que se evaporice el agua, sin descartar la contaminación minera que también pudo afectar al sitio declarado Ramsar en 2002.
Alrededor del lago existen varios centros mineros que desembocan sus residuos con minerales pesados, lo cual provocó la sedimentación del lago y aceleró su fin.
Rojas cuenta que la última vez que se vio agua en el lago fue en septiembre de este año, tenía una profundidad de 30 centímetros, luego volvió al lugar en diciembre y estaba todo seco.
"Es increíble, desapareció el lago y se convirtió en una zona desértica, con un suelo que ni siquiera es apto para la agricultura, ni ganadería", agregó.
Cuestionó que las autoridades en su debido momento no actuaron, pues al parecer ahora ya es tarde, enfatizó que se pidió el dragado del río Desaguadero para que ingrese más afluente, pero nunca se efectivizó.
Manifestó que en reiteradas ocasiones se pidió proyectos alternativos para salvar al lago al Programa de Gestión Sostenible de los Recursos Naturales del lago Poopó dependiente de la Gobernación, pero no se hizo nada.
LA PATRIA intentó contactarse con el director del Programa Cuenca Poopó, Eduardo Ortiz, para conocer qué acciones se efectuaron a partir de esta dependencia, sin embargo no se tuvo resultado.
Comunarios de Untavi relatan que este trágico final del Poopó se veía venir desde el desastre ambiental ocurrido en noviembre del pasado año, donde murieron millones de peces y aves acuáticas.
Según la explicación técnica este hecho se suscitó debido al calentamiento del agua y bajo nivel, que provocó la falta de oxígeno, acompañado de un fuerte viento que sacó a la orilla a los peces, pero también se verificó que los animales se intoxicaron con agua contaminada.
Tras este acontecimiento la Asamblea Legislativa Departamental de Oruro (ALDO) aprobó la Ley de Declaración de Emergencia Departamental y Zona de Desastre al lago Poopó, norma que estaba destinada a realizar acciones, pero no se hizo nada.
A sugerencia de las entidades ambientalistas y pesqueros, se desarrolló dos cumbres para salvar el lago Poopó, en esta ocasión las autoridades se comprometieron a ejecutar proyectos para resguardarlo pero esto solo quedó en papeles.
CAUSAS
De acuerdo a la explicación del agrónomo, docente de la Universidad Técnica de Oruro (UTO), Milton Pérez, que estudió el comportamiento del lago, desde su origen hace 4.000 a 5.000 años, su batimetría fue superficial de 3 a 5 metros, pero ahora disminuyó por el fenómeno de El Niño que se originó en Chile y Ecuador el año 1941 y provoca años lluviosos y de sequía en un intervalo de 10 años.
Aseveró que este intervalo que antes se tenía, permitía que el espejo de agua del lago Poopó se recupere, no obstante debido a los efectos del cambio climático, este fenómeno de El Niño se presenta cada tres años, lo cual impide que se retome el afluente de agua, porque cuando se está recuperando vuelve a presentarse una sequía.
Aseguró que desde el año ´60 la precipitación pluvial acumulada que llega al Poopó es la misma cantidad, lo que varía es la temperatura, esto ocasiona que se evapore el agua y no exista excedentes como antes.
Sin embargo, sostuvo que si las causas solo fueran naturales el ecosistema acuático se podría estabilizar, pero lamentablemente también intervienen cuatro factores antrópicos la parte minera, contaminación de residuos sólidos, actividades de micro riego y la salinación que tiene el lago.
Enfatizó que cuando el cuerpo de agua es reducido, estos fenómenos antrópicos provocan un desequilibrio trágico.
Asimismo, indicó que está ingresando un reducido caudal al lago Poopó y se conoce que algunas comunidades están desviando el agua del río Desaguadero que alimenta al lago para actividades de micro riego.
"Es muy difícil decir si se estabilizará el sistema hídrico del lago Poopó" argumentó.
Juan Carlos Montoya, también docente de la UTO, manifestó que la pérdida de la biodiversidad en gran parte se debe a la contaminación minera, porque el suelo contiene metales pesados que fueron matando a los animales que se tenía.
Aseveró que se debería tener un monitoreo permanente, un observatorio agroambiental del lago Poopó.
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