El lago Poopó, que ahora quedó reducido a un charco de agua con una extensión menor de un kilómetro, albergaba al menos 20 mil flamencos, esto de acuerdo al último monitoreo efectuado en abril de este año por el Centro de Estudios de Biología Teórica y Aplicada (Biota), estas aves migratorias se encontraban tanto en el Poopó como en el lago Uru Uru.
En el informe de Biota se asegura que estos dos humedales, eran lugares estratégicos para la conservación de estas especies, ahora la mayoría de ellas migró al lago Uru Uru, a Chile, Argentina y otras murieron en el intento.
De acuerdo al informe de Biota, el lago Poopó albergaba a tres clases de flamencos de las seis especies que existen a nivel mundial, las cuales eran: común, andino y puna.
Biota realiza dos veces al año censos para conocer la abundancia estacional de los flamencos en estos humedales, el trabajo que desarrolla es técnico-científico a través de un telescopio, acción que se apoya con contadores manuales que efectúan el conteo sistematizado, identificando a las especies que se clasifican como juveniles, adultos y pichones, de acuerdo a su edad.
Además de estas especies, el lago era hábitat de otras aves acuáticas como patos y miles de peces que murieron por el desastre ambiental ocurrido en noviembre del pasado año.
El experto en fauna de lagos andinos de Bolivia, Carlos Capriles, asegura que las tres especies de flamencos que habitaban en el lago, están en peligro de extinción y al no existir el Poopó su hábitat se reduce y aumenta el riesgo de desaparecer.
Así informó en una entrevista con un medio escrito, donde señaló que el lago Poopó era un punto de descanso de las aves migratorias que se trasladaban de Norte a Sur.
El lago Poopó que tiene una extensión de 2.337 kilómetros cuadrados, fue declarado como sitio Ramsar el 2002 por la biodiversidad que tenía, actualmente está reducido a su mínima expresión, que, según el gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, está al 4% de su extensión.
Desde hace algo más de dos meses, el humedal se fue secando, debido aparentemente a la contaminación minera, efectos del fenómeno de El Niño y por presuntas desviaciones a uno de los brazos del río Desaguadero que alimentaba el espejo de agua.
De acuerdo a versión de autoridades departamentales, este fenómeno ocurre cada 10, 15 e incluso 50 años, por lo que no descartan que el lago Poopó vuelva a llenarse en los próximos años.
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