“El principal problema es la falta de recursos. No se ha generado el presupuesto para la maquinaria. La limpieza no abastece, porque sólo son 15 personas. A ello se suma el tema de seguridad, pues no existe guardia”, aseveró Gutiérrez.
Por el momento, 15 mujeres del Plan Nacional de Empleos de Emergencia (Plane) recogen manualmente la basura de los alrededores del espejo de agua. Ayer, para apoyar en esta labor se sumaron las trabajadoras de la laguna Alalay. También se trasladaron botes.
“Hemos trabajado con un presupuesto de 400.000 bolivianos para la contratación de 15 personas durante seis meses. Esta consultoría finalizó la semana pasada”, dijo el subalcalde de la comuna Molle, Vladimir Ugarte.
Otro problema es la inseguridad, debido a que el cerco de la laguna hecho con malla olímpica fue violentado y cualquier persona o animal puede ingresar. “Entran los perros y se comen a los pichoncitos”, dijo el director de la Madre Tierra. Las áreas verdes prácticamente no existen y los aparatos para hacer ejercicio, que se encuentran en el sector norte, están oxidándose.
Ante esta situación, la Alcaldía prevé para el 2016 la realización de una consultoría que permita obtener un proyecto de recuperación integral de la laguna. Sin embargo, esta situación ya fue comprometida durante gestiones pasadas.
“Ahora nosotros vamos a empezar un proyecto que tenga el mismo tratamiento que la laguna Alalay. Se quiere ver tres aspectos: el hídrico; la fauna y biodiversidad; además del paisajismo. El presupuesto que se utilizará para una consultoría con proyecto a diseño final es de 450.000 bolivianos”, indicó.
Contaminación
El concejal Edwin Jiménez, días atrás, realizó una inspección a la laguna y tuvo la oportunidad de observar gran contaminación hídrica y del suelo. “La torrentera que alimenta la laguna, tiene conexiones clandestinas de aguas residuales domiciliarias.
Vimos animales muertos y grandes cantidades de botellas”, señaló el concejal Edwin Jiménez.
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