El programa Cuenca Poopó concluido en mayo de este año, tenía asignados 14 millones de euros que fueron usados en consultorías y atención a temas sociales, pero no en remediar la situación del lago, coincidieron el investigador del Cedib, Jorge Campanini, y el coordinador del CEPA, Limberth Sánchez.
Hace algunos días, comunarios informaron que el lago Poopó estaba seco. La actividad minera y el efecto climático son las causas, según algunos expertos.
Los 14 millones de euros fueron parte de un programa mayor que tiene la Unión Europea en Bolivia. En el periodo 2015-2020 la ayuda será de 281 millones de euros, por lo que existen recursos para el manejo de cuencas,y se espera que el Poopó sea parte de eso con una segunda fase, explicó en mayo el embajador de la UE, Timothy Torlot, al cierre de ese programa, en un reporte del diario orureño La Patria.
Campanini, del Centro de Documentación e Información Bolivia (Cedib), recordó que el programa comenzó en 2011 y que se enfocó a atender temas relacionados con agua potable y riego, “pero no a tocar el problema de fondo”.
Como ejemplo, Sánchez, del Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), dijo que el plan director del lago costó 3 millones de bolivianos. Manifestó también que, además de estudios, se hicieron proyectos de agua potable pero en comunidades que no estaban afectadas; como uno de relleno sanitario en los municipios de Huanuni, Machacarmarca y Poopó; además se implementó uno de lechería y se entregó máquinas a un grupo de tejedoras.
“(El programa) tuvo una línea más social, pero no hubo un criterio de intervención directa (para atender) la situación en el lago”, señaló. Por su parte, el martes pasado, el director del programa, dependiente de la Gobernación de Oruro, Eduardo Ortiz, dijo a La Patria que ese presupuesto para cinco años no abasteció para revitalizar el lago, porque “es un problema histórico que no se pudo resolver con un presupuesto y tiempo limitado que tenía el programa”.
El gobernador de Oruro, Víctor Hugo Vásquez, informó ayer a ABI que se promulgó una ley departamental que declara zona de desastre al Poopó y permitirá movilizar recursos.
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