La semana pasada, en la COP21 de la Convención Marco de la ONU sobre Cambio Climático (Cmnucc) en París, se avanzó, de acuerdo al calendario, un poco a marchas forzadas y presionando para que se tuviera un texto listo para la segunda semana. El documento está listo y ha sido resumido, pero no por ello es sencillo. El tema del financiamiento sigue siendo el punto más álgido, luego está el de la diferenciación entre países desarrollados y en desarrollo.
Como dato es importante destacar el informe lanzado por Oxfam hace poco acerca de las emisiones de carbono y la brecha existente, lo que da un nuevo sentido a las negociaciones.
El informe, “La desigualdad extrema de las emisiones de carbono”, ofrece nuevas estimaciones sobre el nivel de emisiones derivadas de los hábitos de consumo de los ciudadanos ricos y pobres de distintos países. Mientras los participantes en las negociaciones trabajan para alcanzar un acuerdo basado en el total de emisiones producidas por sus respectivos países, este análisis contribuye a desmontar el mito de que los habitantes de países con un rápido desarrollo, como China o India, son los principales responsables del cambio climático.
Aunque las emisiones están aumentando rápidamente en los países en desarrollo, gran parte se deriva de la producción de bienes que se consumen en otros países, lo que significa que las emisiones asociadas a los hábitos de consumo de la gran mayoría de los ciudadanos de estos países es aún mucho menor que la de sus homólogos en los países desarrollados.
El informe evidencia la desigualdad en la producción de emisiones a nivel global, tanto entre países como dentro de los propios países. Por ejemplo: la huella de carbono media del 1 por ciento más rico de la población mundial multiplica por 175 la del 10 por ciento más pobre.
Las emisiones per cápita del 10 por ciento más rico de la población de la India equivalen a una cuarta parte de las generadas por el 50 por ciento más pobre de la población de Estados Unidos.
La huella de carbono del 50 por ciento más pobre de la población de la India es una vigésima parte de la del 50 por ciento más pobre de la población de Estados Unidos.
La huella de carbono total de la mitad más pobre de la población china (más de 600 millones de personas) equivale a sólo un tercio de la del 10 por ciento más rico de la población estadounidense (aproximadamente 30 millones de personas).
Siendo el financiamiento uno de los temas más álgidos, el punto de mitigación se ha estado peleando, aunque dentro del G77+China (donde está Bolivia) el tema de diferenciación, especialmente con vulnerabilidades y con financiamiento, es el meollo.
Es interesante también el silencio de la ALBA, que al contrario de otras COP, no se ha manifestado en ninguna conferencia de prensa ayer, cuando han comenzado las negociaciones más complicadas.
Venezuela acaba de ganar el “Premio Fósil” (algo que no había ocurrido) por su papel en las negociaciones. Este “premio” lo otorga la Red de ONG ecologistas, y Venezuela, junto a Arabia Saudí, lo ganaron por su oposición a las políticas para descarbonizar su economía.
Llamados
Entretanto, los negociadores de la conferencia del clima iniciaron ayer con cauto optimismo en sus discusiones para intentar hallar un acuerdo que, en palabras del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, permita alejar al planeta de una “catástrofe”, informó AFP.
“La catástrofe climática nos acecha”, advirtió Ban al abrir la fase ministerial de las discusiones entre los 195 países que participan en la conferencia de París sobre el clima (COP21). “El mundo espera algo más que medidas a medias”, agregó.
El secretario de Estado norteamericano John Kerry se mostró optimista respecto a las negociaciones, a su llegada a París ayer.
“Estamos intentando cambiar de un paradigma en el que sólo los países desarrollados aportan su asistencia pública a otro en el que todos los países se comprometan a colaborar conjuntamente para tratar de movilizar recursos públicos y privados”, dijo una fuente oficial estadounidense.
Al cierre de la jornada, en una reunión plenaria de los ministros tras horas de negociaciones, la atmósfera era de cauto optimismo, según la agencia francesa. Los responsables de cuatro grupos de trabajo sobre el borrador de la COP21 (48 páginas) informaron a sus pares de “progresos” y “flexibilidad”, aunque queda camino por delante en todos los temas.
El tiempo apremia porque, según los planes de la presidencia francesa de la conferencia, los ministros deben cerrar mañana las negociaciones para presentar un acuerdo definitivo el viernes. El objetivo es contener el calentamiento a un máximo de 2ºC respecto a la era preindustrial.
LOS OBSTÁCULOS QUE PERSISTEN EN LA CUMBRE DEL CLIMA
Le Bourget | Afp
Los ministros que iniciaron ayer la última semana de negociaciones de cara a un acuerdo global contra el cambio climático tienen sobre la mesa un borrador de 48 páginas en el que persisten divergencias sobre los principales temas en discusión.
• 1. El dinero. En 2009, los países ricos prometieron 100 mil millones de dólares por año a partir de 2020 para financiar la conversión de los países en desarrollo a economías sostenibles. El dinero debe ayudar a la reconversión del carbón abundante y barato hacia energías renovables (“mitigación”, en la jerga del clima) y construir mecanismos de defensa (“adaptación”) contra los impactos del cambio climático y sus eventos extremos. Está en debate determinar si está incluido en ese monto el dinero privado y los créditos públicos. También queda por definirse la ayuda que países en desarrollo pueden aportar a otros de menores recursos. Y determinar quién califica para recibir la financiación, así como la proporción destinada a la mitigación y la adaptación. Esas interrogantes siguen dividiendo a países en desarrollo e industrializados, algunos de los cuales quieren evitar cualquier referencia a la noción de responsabilidad legal en el texto.
• 2. El ping pong de las culpas. Las negociaciones toman como referente la convención del clima de 1992, que consagró el principio de responsabilidades y capacidades “comunes pero diferenciadas”. Asumen que los países desarrollados han estado contaminando desde hace más tiempo y por ello tienen una mayor responsabilidad a la hora de atender el problema que en buena medida provocaron, punto que los países en desarrollo insisten en mantener. También exigen cierta latitud para seguir usando carbón como combustible en momentos en que millones de personas están saliendo de la pobreza.
Los países ricos argumentan que mucho ha cambiado en 20 años, y que naciones antes consideradas como en vía de desarrollo se han convertido en grandes contaminantes. China es ahora el principal emisor de gases de efecto invernadero e India el cuarto, detrás de Estados Unidos y la Unión Europea.
• 3 ¿Cuántos grados es fiebre? En 2010, los países de la ONU se propusieron limitar el calentamiento promedio global a 2 ºC con relación a la era preindustrial. Los microestados isleños y los países más pobres –los más afectados por el cambio climático– quieren que se establezca una meta más ambiciosa, de 1,5º, una idea que ganó respaldo en las negociaciones la semana pasada, pero aún resistida por India y las grandes potencias petroleras.
• 4. Metas a largo plazo. El objetivo a muy largo plazo del acuerdo sigue en disputa. Se debe determinar si se fija una fecha límite para alcanzar el pico de emisiones globales a partir del cual comenzarán a disminuir, si se fija una fecha para llegar al balance cero de emisiones y otra para la eventual eliminación del carbono de la economía global.
• 5. Revisión periódica. Uno de los pilares del acuerdo de París es la lista de contribuciones voluntarias para la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero resultantes de la combustión de carbón, gas y petróleo. Sin embargo, los compromisos presentados hasta ahora dejan al mundo en una situación que no alcanza a respetar el techo de los 2ºC.
• 6. Cuestiones legales. El acuerdo será considerado legalmente vinculante según el derecho internacional, pero no implicará penalidades y sanciones, más allá de la reputación internacional de los infractores.
ALIANZA
16 países piden más ambición
París | Efe
Dieciséis países, entre ellos varios latinoamericanos, se aliaron ayer en una coalición impulsada por el exvicepresidente estadounidense Al Gore y la expresidenta de Irlanda Mary Robinson para introducir mayor ambición en el acuerdo de lucha contra el cambio climático que se prevé aprobar en París.
La alianza, “Amigos del Futuro”, se forjó en una reunión a la que acudieron altos representantes de EEUU, Brasil, Chile, Bangladesh, el Reino Unido, Islas Marshall, Holanda, Granada, Trinidad y Tobago, México, Suecia, Costa Rica, Canadá, Filipinas, Alemania y Noruega.
CIENTÍFICOS
Nobeles instan a tomar medidas
París | Afp
Más de 70 científicos galardonados con el premio Nobel entregaron ayer al presidente francés François Hollande un llamado a “todos los países del planeta para que adopten medidas decisivas” contra el calentamiento.
Los firmantes, recompensados en las disciplinas de Física, Química o Medicina, se unieron a una declaración redactada en julio por 40 galardonados, que advertían que el cambio climático colocaba al mundo frente a una “amenaza de un alcance comparable” al de la bomba atómica.
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