Los asambleístas, ex asambleístas, dirigentes de instituciones cívicas y sociales de Oruro exigieron ayer una investigación minuciosa del Programa Cuenca Poopó, que funcionaba en la Gobernación del Departamento, durante más de diez años.
El asambleísta Saúl Sánchez dijo que pedirá una interpelación a los funcionarios del Programa Cuenca Poopó, porque esa institución dependiente de la Gobernación, “debía cuidar el lago Poopó”, pero “millones de dólares se esfumaron con proyectos que no correspondían a esa área”.
Sánchez insistió que había millones de dólares, provenientes de los países europeos, pero cuando ya está a punto de cerrarse el programa, “ahora no hay dinero para cuidar el lago y ahora estamos llorando por la situación del lago y el gobernador dijo que no debe preocuparnos que se seque el lago”.
El asambleísta Lizandro García interrogó ayer al gobernador sobre el problema. El gobernador, en vez de contestar la pregunta, le pidió que “debemos trabajar juntos para solucionar ese problema”. “Ahora corresponde a la Asamblea Legislativa de Oruro aprobar el proyecto de ley de declaratoria de desastre”, agregó Vásquez.
García advirtió que personalmente, recibió información que se regalaron máquinas de tejer y de coser a algunas comunidades, como si fuera parte del objetivo del programa Cuenca Poopó.
El programa Cuenca Poopó tenía 14 millones de euros, confirmó el director de esa institución, Eduardo Ortiz. Sin embargo, dijo que ese dinero era “insuficiente para revitalizar el lago Poopó”.
Según el director de radio Pio XII, David Lazo Aguilar, el lago Poopó, según el análisis multianual de las imágenes satelitales históricas, “la cantidad de agua del lago se ha secado en los últimos ocho meses”.
Según ese informe, el lago tenía 1.375 kilómetros cuadrados en mayo del 2015. El 14 de noviembre del 2015, el lago tenía agua solamente en 6 kilómetros cuadrados, “lo que equivale a decir que tan solo en ocho meses se han perdido 1.369 kilómetros cuadrados”.
La cantidad de agua que existía en 1986 era del 100 por ciento, el año de mayor crecimiento del espejo de agua e incluso provocó inundaciones en las comunidades aledañas.
La ejecutiva de la Federación de Trabajadores de Educación Urbana, Junet Ojeda, que fue invitada para escuchar el informe anual del Gobernador, después del acto, dijo que hubo muy poco que rescatar, ya que muy poco se dijo sobre el lago Poopó, a pesar de existir un programa que debía alertar sobre la desaparición de esa cuenca.
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