La basura plástica en general no es mala en sí, porque puede ser reciclada y revolucionar el uso de materiales para construcción de viviendas e incluso para otros usos, en los que se requiere material resistente como si fuera un compuesto de cemento, inclusive.
Los expertos colombianos Olga Lucía Gaviria y John Berríos López, que arribaron a la ciudad de La Paz por invitación de la Cámara Nacional de Comercio, dieron a conocer su experiencia en este rubro, desde hace 16 años, fundamentalmente a empresarios, representantes ediles y estatales, que tienen que ver con la construcción. El seminario que ofrecieron el martes, en la Cámara Nacional de Comercio, contó con la presencia de la embajadora de la República de Colombia, Edith Andrade Páez.
Según Olga Gaviria, a partir de una estadística propia de Bolivia conocida en 2011, el total de residuos sólidos asciende al 55 por ciento de los desechos orgánicos; 6.5 por ciento a desechos de papel y cartón; 10.2 por ciento plástico (reciclable); 2.5% metales, 2.5% a vidrio y 22.7% a otros residuos.
A partir de ello afirmó que puede hacerse una serie de emprendimientos, tomando en cuenta que el 92 por ciento de los residuos son reciclables.
Gaviria confesó que era la primera vez que visitaba La Paz, lo importante de dar a conocer la iniciativa de la madera plástica, era contar su experiencia en torno a los residuos y buscar si existen personas interesadas, así como de empresas e instituciones interesadas en replicar el proyecto de “econciencia” , principalmente en las ciudades más grandes de Bolivia.
En la disertación John Berríos, explicó desde los inicios sobre el emprendimiento que él y Olga Gaviria realizaron en el Departamento de Antioquía, Colombia, y reveló que fueron complicados en un principio hasta encontrar en los residuos sólidos una causa por la cual seguir arriesgando su tiempo e inversión.
Aclaró que todo este proyecto está destinado a salvaguardar el medio ambiente, tomando en cuenta que en muchas ciudades del mundo y en especial los mares es donde se producen más secuelas a consecuencia de la contaminación.
Para evitar la contaminación, recomendó que lo primero es separar la basura entre orgánicos, plásticos, papel y cartón y entregarlas a las empresas para que sea procesada.
MADERA PLÁSTICA
Como resultado de la experiencia por varios años, Berríos confesó que tanto buscar halló que una de las formas de transformar la basura plástica, que considera la “creación más grandiosa” porque a partir de ello pudieron realizar varios emprendimientos, como la “Fundación llena una botella de amor”creada este año y que ha revelado los diversos usos que se le pueden dar a los plásticos.
Aclaró tirar la basura no es aconsejable, en especial cuando se trata de los plásticos que aseguró nunca se biodegrada porque su transformación en polvo llegan a los ríos y de estos a los mares y son causante de una múltiple forma de destrucción de la naturaleza marina, del cual el ser humano es el responsable, porque o ha sabido dar un adecuado uso a ese desecho.
Por eso, afirmó que en la minería urbana se puede encontrar una diversidad de residuos que en su criterio son “una oportunidad social, ambiental y económica” y se entienda el éxito que se tiene en su país a partir de la inclusión a toda la cadena de valor del reciclaje, siendo que los recicladores son la parte fundamental de toda esta historia.
Es así que mostró a través de vídeos como en algunas regiones de su país los recicladores se conviirtieron en un pilar fundamental para alimentar los depósitos de residuos donde se escoge el material necesario como es plástico para convertirlo, con una serie de insumos y adherentes para convertirlo en lo que llamó “la madrea plástica”, un material sostenible en el tiempo y frente al clima.
Con la experiencia de este material y el uso adecuado de los polímeros y polipropilenos, es logró, dijo elaborar un material no contaminante y que fácilmente puede ser utilizado en la construcción. Primero dijo que con la ayuda de los mismos recicladores y el apoyo de las autoridades se construyeron parques, luego la primera vivienda para un reciclador, posteriormente un barco y luego incursionaron en la ingeniería y arquitectura construyendo un puente que une a una escuela.
Pero la historia no quedó ahí porque el siguiente paso fue construir una casa de una planta y ahora se tiene propuestas para utilizar la madera plástica en grandes construcciones que puede abaratar los costos y los efectos de la contaminación.
En ese sentido, dijo Olga Gaviria, que están muy interesados en instalar una planta procesadora de residuos plásticos que sea instalada en Bolivia y por ello esperan que personas particulares e instituciones públicas se pueda sumar para replicar la experiencia que tienen en este rubro.
“Lo que necesitamos son empresarios que tengan ganas y que crean en el cuento ambiental, porque en este proceso hay un tema ambiental importante y está el tema de los recicladores, necesitamos vincular a los recicladores en este proceso”, afirmó.
Finalmente, mencionó que el costo promedio para instalar una planta recicladora tiene un promedio de 200 mil dólares para el tema de la maquinaria.
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