• Alertados por el comunario de Untavi, Valerio Rojas, los periodistas de LA PATRIA organizaron dos equipos de prensa. El primero sobrevoló la zona a bordo de una avioneta y el segundo recorrió por tierra la zona desértica que reemplaza al enorme espejo de agua desaparecido
• Franz Chávez
En la tarde del miércoles 9 de diciembre, el dirigente de la comunidad de Untavi, Valerio Rojas, llegó hasta la redacción del periódico LA PATRIA de Oruro con una exclamación que alertaba sobre la desaparición del lago Poopó. La jefa de redacción, Mónica Aramayo, no daba crédito a lo que escuchaba y por rigor periodístico resolvió comprobar la noticia.
De inmediato coordinó la cobertura con el gerente del medio, Marcelo Miralles Iporre, y juntos resolvieron enviar dos equipos de prensa. El primero integrado por el propio Miralles, un piloto experto de aerolíneas comerciales, ascendería a los cielos a bordo del Zenith CH-801 de fabricación propia. El periodista Deyvid Rocha haría de navegante en la aeronave.
El segundo, tuvo por guía al propio líder indígena, al que acompañó la periodista Verónica Pérez y el fotorreportero, Reynaldo Bellota, y partió en la madrugada del viernes desde Oruro en dirección a las poblaciones que rodeaban al lago.
El sol de esa mañana se encargaría de borrar las sombras de la madrugada y revelar la dramática noticia. "Esperábamos hallar un lago reducido, pero cuando llegamos al lugar no había nada", dijo Miralles en una entrevista radial a Erbol.
En tierra, la periodista Pérez y el fotógrafo Reynaldo Bellota descubrieron los restos de aves expuestos al intenso sol, en tierra quebrada, el último sepulcro de miles de peces.
La portada del periódico, en su edición de sábado 12, fue contundente: Desapareció el lago Poopó. Los medios nacionales, las agencias de noticias y canales de televisión no dieron crédito, y menos el gobernador de la región, Víctor Hugo Vásquez, que proyecta una visita a la zona del desastre ecológico en los siguientes días.
"El lago es un inmenso desierto. Era del tamaño similar al que existe entre la ciudad de Oruro y la población de Caracollo, de ancho; y el largo era el doble de esa extensión", recordó Miralles con voz mezclada con nostalgia.
Los datos ampliamente conocidos señalaban que el Poopó, el segundo más importante después del Titicaca, tenía 84 kilómetros de largo y 55 de ancho, y estaba declarado sitio "Ramsar, nombre de una ciudad iraní que cataloga a los lagos y humedales por la existencia de variedades de peces y aves acuáticas.
Según el relato del experimentado piloto, hace un mes se podía observar zonas cubiertas con agua, pero con escasa profundidad de 30 centímetros.
Las especies acuáticas y aves se han extinguido. El único modo de la recuperación es la preservación del pequeño lago Uru Uru, muy cercano a la ciudad de Oruro, opina Miralles.
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