Los hechos ocurrieron entre las 17.00 y 17.35 a pocos metros del puente San Lorenzo, donde los indígenas fueron retenidos el sábado por la Policía poco después de romper una barrera policial llevando por delante al canciller David Choquehuanca.
La jornada transcurría con normalidad, hasta que un grupo de policías ingresó a una hacienda cercana al lugar donde acampaban los indígenas. Esto movilizó a una decena de “flecheros”, liderados por los dirigentes Celso Padilla y Fernando Vargas, que los interceptó y les exigió que salieran del lugar.
La periodista de la agencia AYNI, Rocío Rúa, que estaba en el lugar, relató a La Razón que un uniformado dijo que saldrían en 10 minutos, pero poco después iniciaron el operativo con la detención de Padilla y Vargas, a quienes —dijo— golpearon y subieron a un vehículo.
Similar acción ocurría en el campamento. “Todos estaban descansando y los niños jugando, de pronto todo cambió. Están cazando a los indígenas”, relató un antropólogo, quien dijo a este medio vía teléfono que escapó y que estaba junto a varios indígenas en el monte.
La intervención con gases lacrimógenos hizo que mujeres, niños y hombres huyan de los efectos de los gases y la persecución. “Muchos niños se perdieron, había madres llorando preguntando a todos, después del operativo, si vieron a sus hijos”, relató la periodista Rúa.
“He perdido a mi bebé, tiene dos meses”, dijo Antonio Mori. “Su mamá estaba agarrando tres wawas y me ha dado a uno, yo estaba corriendo como loca, pero yo le he podido salvar a él”, relata la diputada Blanca Cartagena con el niño en sus brazos.
El campamento quedó destrozado, y una res a medio faenar a un lado de la carretera, como testigo del operativo-sorpresa. Los detenidos fueron obligados a subir a cinco buses, 17 camionetas y dos ambulancias, no importó el llanto de las mujeres ni sus gritos desesperados por recuperar a sus niños.
El subcomandante de la Policía, general Óscar Muñoz, informó que tenían en su poder a varios niños, que serán entregados a sus padres.
HACIENDA. A kilómetro y medio del lugar de los hechos, camino a San Borja, La Razón constató que fueron acogidos en la hacienda Altamira 15 niños que escaparon de la intervención. El hacendado Erwin Otta informó que hoy llevará a los niños, entre ellos una niña de un año, a la Defensoría de la Niñez de la zona.
La Policía transportó a los detenidos hasta San Borja, para desde ahí trasladarlos a sus lugares de origen. “No sé por qué me detienen, no sabemos a dónde nos están llevando. Estamos prisioneros, es injusto. Hay heridos y detenidos. Estamos amenazados”, explicó María Uro, de la subcentral TIPNIS.
Los marchistas empezaron el 15 de agosto su caminata desde Trinidad con rumbo a La Paz, en protesta y rechazo por la construcción del II tramo de la carretera Villa Tunari-San Ignacio de Moxos, que pasaría por el corazón del TIPNIS.
La intervención se dio pocas horas después de que el ministro de la Presidencia, Carlos Romero, informara que envió una carta a los indígenas, invitándolos a dialogar en La Paz.
Muñoz afirmó que la intervención está amparada en una orden fiscal. “Lo que se ha hecho es evacuar a la gente de la forma más ordenada posible, sacarlos y embarcarlos en vehículos a sus comunidades, se está haciendo la clasificación de la gente para enviarla a sus regiones”, afirmó.
Entre quienes escaparon al monte está el exviceministro Alejandro Almaraz, quien informó a Gigavisión que estaba con un grupo de indígenas y que reorganizarán la marcha.
El diputado Pedro Nuni es otro de los detenidos, mientras que no se conoce un informe oficial de los heridos, aunque el general Muñoz informó a Erbol que hay al menos 15 heridos.
Comisión de la marcha denuncia que hay 37 desaparecidos.
La tensión no se quedó en cercanías del puente San Lorenzo, sino que se trasladó hasta San Borja. La población se organizó y bloqueó la principal ruta de conexión con Trinidad para que los indígenas no sean trasladados a sus regiones. Ante esta situación, la Policía retrocedió y condujo a los retenidos hasta un puesto policial en cercanías de Yucumo, se conoció.
Murió un bebé, según una comisión de la marcha
E. O. - La Comisión de Comunicación de la Marcha reportó que recibieron información sobre la muerte de un bebé de tres meses. Este medio recurrió a varias fuentes para confirmar la información, pero no tuvo resultados positivos. Denuncian que hay 37 desaparecidos
La noticia del fallecimiento fue emitida a las 22.00 y no pudo ser confirmada por este medio, que visitó el hospital de la zona de San Borja, aunque un dirigente, que no quiso identificarse, dijo que también conocía el dato de la muerte del bebé.
Hasta la medianoche de ayer, sólo tres personas estaban en el hospital de San Borja: Gabriel Tórrez Cuéllar (23), que ingresó con traumatismo craneoencefálico; Loira Ely Canchi (17) con un cuadro de inhalación de gas; y Illuco Molina Bismark (1) con infección respiratoria aguda.
El informe de la Comisión de Comunicación de la Marcha da a conocer que “alrededor de las 17 horas empezó una despiadada gasificación contra la gente indefensa, lo que provocó una confusión total y por ese motivo empezaron a extraviarse y desaparecer muchos de los niños que estaban ahí acampados junto a sus madres”.
La información hace referencia al uso de agentes químicos: “efectivos de la Policía procedieron a perseguir a la gente, a acorralarlos, golpearlos, quemando el campamento, gasificando a mujeres embarazadas y deteniendo enseres personales de la prensa, obligaron a la gente a subir a camionetas para de esta manera, digna de la peor de las dictaduras, intervenir y acabar con la marcha”.
Además, se informó que siete menores estarían desaparecidos en la selva beniana.
Se publicó una lista de 28 desaparecidos y dos dirigentes perdidos tras la acción policial: Alberto Ortiz Álvarez y Durimar Merelis.
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