Aunque no lo parezca, acciones tan pequeñas como reducir las impresiones, el consumo de papel o controlar el gasto de energía del ordenador, pueden hacer una diferencia medioambiental.
El próximo paso en la responsabilidad ecológica es la oficina verde. Al momento de pensar en realizar cambios en su lugar de trabajo hay que pensar en conjunto, es así que se presenta una guía elemental para no incurrir en errores.
Recuerde que aquella pequeña bombilla roja del stand by quiere decir que, aunque el equipo parezca apagado, en realidad continúa consumiendo energía. Así que lo más recomendable es optimizar la configuración de ahorro de energía de todos los equipos y ordenadores, y asegurarse de apagarlos completamente al final de la jornada.
Si se conectan varios equipos a una regleta protectora de varias tomas de corriente, este paso será tan simple como accionar un solo botón de apagado.
Si para todo lo demás nos enviamos correos electrónicos y SMS, ¿por qué en la oficina se imprime todo? Todo lo que se pueda comunicar por correo electrónico ahorrará consumo de tinta, energía y papel. Para aquello que sea inevitable imprimir, dar un segundo uso siempre que sea posible.
En algunas oficinas, además de comprar papel reciclado, se habilitan bandejas al lado de todas las impresoras y fotocopiadoras en las que los trabajadores dejan todo el papel impreso por un lado que pueda ser utilizado por el otro. Así, nadie olvida que existe esa opción.
Es bueno abrir las ventanas y cortinas, y colocar plantas que purifiquen el aire. Si hay ventilación cruzada -e incluso si no la hay- el aire acondicionado será necesario sólo en días especialmente calurosos.
Si entra luz natural en el espacio de trabajo, es suficiente con tener luz específica con bombillas de bajo consumo en cada escritorio.
Recuerde que puede hacer mucho para cambiar las cosas, pero una verdadera gestión ecológica requiere el apoyo de todos los compañeros y de la dirección.
No hay comentarios:
Publicar un comentario