Algunos campesinos y turistas que participaron en la Conferencia de los Pueblos en Tiquipaya, Cochabamba, destacaron la realización del acontecimiento, pero criticaron el tinte político que adquirió al final.
Irene Ferreira, quien llegó de Brasil, aseguró que “el evento fue muy oficialista, esta Conferencia era encaminada para los movimientos indígenas, quienes somos los más afectados, debería haberse trabajado en ese marco”.
Hany Lory, de Alemania, reclamó la inclusión de la mesa 18: “No les han permitido participar y justamente ellos querían mostrar las cosas que tal vez no son favorables para el Gobierno de Bolivia. Por eso creo que este evento está politizado. Al parecer, eso no le gusta al Gobierno de Evo Morales”. Pese a ello, Lory dice que aprendió mucho del encuentro.
No fue la única. “El nombre de Evo Morales es muy conocido a nivel mundial, quizás por eso politizaron esta Cumbre”, aseguró por su lado Rosa María Vargas, quien vino desde España. “En el encuentro nos reunimos varios países de la Madre Tierra con el mismo lema y con el mismo pensamiento, por eso creo que no debería haber tenido tinte político; pese a ello, el evento colmó mis expectativas porque pudimos incorporar nuestro pensamiento en el documento final”.
A Estebada Ovanda, indígena ecuatoriana, le preocupó cómo algunos campesinos —según ella—fueron utilizados. “Muchas organizaciones nos dimos cuenta de que, a pesar de que Bolivia tiene un Presidente indígena, igual están siendo manipulados por él”.
La peruana María Feliciano agradeció al presidente Evo Morales por la Conferencia. “Era muy necesario hacer esta Cumbre para escuchar al mundo”.
Ángela Petrichi, de Chile, y Natalia San Martín, de Argentina, coincidieron en que la reunión sobrepasó todas sus expectativas: “No creí que íbamos a compartir con tantas culturas las problemáticas de la Tierra”, afirmó Petrichi, y San Martín agregó: “La experiencia fue única”.
Otros protestaron por no habérseles permitido entrar en la última sesión.
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