La Conferencia Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra rebasó toda expectativa de convocatoria y organización, pero sentó las bases para futuras cumbres similares en el mundo.
El balance corresponde a la alcaldesa cochabambina, Tatiana Rojas, quien afirmó que la Cumbre superó toda previsión inicial, ya que se esperaba sólo 15 mil personas y llegaron más de 30 mil.
Sin embargo de admitir algunas fallas, como resultado de la masiva respuesta de delegaciones de todo el mundo, Rojas dijo que el foro ambientalista transcurrió en un clima de paz y tranquilidad, posibilitando la participación de todos con total libertad de expresión.
"Todos expusieron sus criterios, pensamientos y ponencias, convirtiendo a la Cumbre en una especie de laboratorio de ideas, programas, proyectos y estrategias para salvar a la Madre Tierra. Asimismo ubicó a Cochabamba como el epicentro de la causa ecologista mundial", agregó.
Rojas afirmó que no se enfrentó ninguna emergencia, pues todo transcurrió en un ambiente de normalidad. Los asistentes y delegaciones nacionales como extranjeras retornaron a sus lugares de orígenes satisfechos y con la seguridad de haber contribuido a la protección de la Madre Tierra.
En su criterio, el aporte más significativo de la Cumbre fue la propuesta de crear un Tribunal de Justicia Climática, que en el futuro evitará que países, empresas incluso personas causen crímenes ambientales.
Asimismo, destacó que el "Acuerdo de los pueblos" tiene como principales misiones: reducir la emisión de dióxido de carbono; crear un movimiento mundial por la Madre Tierra; restaurar selvas y bosques anulando las concesiones forestales; rechazar tratados de libre comercio; reconocer los derechos de los migrantes, construir del fondo de adaptación a los cambios climáticos, entre otros, que emergieron de los debates de las 17 mesas oficiales, además de una que funcionó al margen del programa oficial y que se denominó Mesa Popular 18.
No hay comentarios:
Publicar un comentario