Ni la Coca Cola ni el Alka-Seltzer se salvaron. El presidente Evo Morales apuntó al capitalismo como el causante principal de la destrucción del planeta y en un discurso con imprecisiones, en el que también criticó a los pollos con hormonas, los alimentos transgénicos, los platos desechables y la calvicie, apuntó a la forma de vida del mundo occidental como uno de los males que se pueden remediar sólo si se vive a la manera del socialismo comunitario para hacer las paces con la Madre Tierra. Así inauguró, ante 20.000 personas que colmaron el estadio Ecológico de Tiquipaya, la Conferencia de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra.
Ante un público seducido, Morales dijo que mientras no se cambie el sistema capitalista, las medidas que se adopten tendrán un carácter limitado y precario. Con la arenga “planeta o muerte”, discurrió en ejemplos sobre la Coca Cola como bebida capaz de destrancar inodoros y los transgénicos que producían calvicie, razón por la cual la mayoría de los europeos son calvos. Además propuso que los países que no respetan el Protocolo de Kyoto sean juzgados.
“Cuando hablamos del pollo, el que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombres”, agregó, ante las risas de algunos y la sorpresa de otros.
En el estadio el denominador común fue el ambiente de euforia y respaldo a las palabras de Evo. Las voces opuestas estuvieron ausentes de los actos oficiales. Sólo la denominada mesa 18, la que ayer fue bautizada por el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) como la Mesa Popular, resultó un espacio con tono distinto al resto de eventos de la conferencia.
Considerada la mesa “rebelde”, tuvo su espacio propio fuera de la Univalle, en un galpón alquilado a un restaurante de comida brasileña. También realizó rituales aimaras al inicio de sus tareas, a las 14:00, y luego continuó debatiendo sobre la economía nacional basada en la actividad extractiva de los recursos naturales.
El ‘Tata Quispe’, la máxima autoridad originaria del Conamaq, reiteró la necesidad de que el Gobierno tome en cuenta el grado de contaminación que provoca la industria extractiva en el país y cuestionó el hecho de que el Gobierno exponga un buen discurso en la conferencia climática, pero que no se atreva a ponerlo en práctica en casa.
Mucho menos visibles, casi desapercibidos, algunos de los parlamentarios del bloque de oposición, que ayer se dieron cita a la conferencia gracias a la suspensión de actividades en la Asamblea Plurinacional, expresaron su respaldo al evento como tal, pero cuestionaron la politización de la problemática medioambiental.
Germán Antelo, senador por Convergencia Nacional, dijo que si el mensaje sólo iba a ser anticapitalista o antiimperialista, se desperdiciaba una enorme oportunidad. Más temprano, en declaraciones a un canal local, el analista político Cayo Salinas consideró que detrás del argumento medioambiental, lo que se camuflaba era el posicionamiento del socialismo del siglo XXI.
Ante un público seducido, Morales dijo que mientras no se cambie el sistema capitalista, las medidas que se adopten tendrán un carácter limitado y precario. Con la arenga “planeta o muerte”, discurrió en ejemplos sobre la Coca Cola como bebida capaz de destrancar inodoros y los transgénicos que producían calvicie, razón por la cual la mayoría de los europeos son calvos. Además propuso que los países que no respetan el Protocolo de Kyoto sean juzgados.
“Cuando hablamos del pollo, el que comemos está cargado de hormonas femeninas, por eso los hombres cuando comen este pollo tienen desviaciones en su ser como hombres”, agregó, ante las risas de algunos y la sorpresa de otros.
En el estadio el denominador común fue el ambiente de euforia y respaldo a las palabras de Evo. Las voces opuestas estuvieron ausentes de los actos oficiales. Sólo la denominada mesa 18, la que ayer fue bautizada por el Consejo Nacional de Ayllus y Markas del Qullasuyu (Conamaq) como la Mesa Popular, resultó un espacio con tono distinto al resto de eventos de la conferencia.
Considerada la mesa “rebelde”, tuvo su espacio propio fuera de la Univalle, en un galpón alquilado a un restaurante de comida brasileña. También realizó rituales aimaras al inicio de sus tareas, a las 14:00, y luego continuó debatiendo sobre la economía nacional basada en la actividad extractiva de los recursos naturales.
El ‘Tata Quispe’, la máxima autoridad originaria del Conamaq, reiteró la necesidad de que el Gobierno tome en cuenta el grado de contaminación que provoca la industria extractiva en el país y cuestionó el hecho de que el Gobierno exponga un buen discurso en la conferencia climática, pero que no se atreva a ponerlo en práctica en casa.
Mucho menos visibles, casi desapercibidos, algunos de los parlamentarios del bloque de oposición, que ayer se dieron cita a la conferencia gracias a la suspensión de actividades en la Asamblea Plurinacional, expresaron su respaldo al evento como tal, pero cuestionaron la politización de la problemática medioambiental.
Germán Antelo, senador por Convergencia Nacional, dijo que si el mensaje sólo iba a ser anticapitalista o antiimperialista, se desperdiciaba una enorme oportunidad. Más temprano, en declaraciones a un canal local, el analista político Cayo Salinas consideró que detrás del argumento medioambiental, lo que se camuflaba era el posicionamiento del socialismo del siglo XXI.
Abuchean a la enviada de Ban Ki-moon
Entre silbidos y abucheos fue recibido ayer el mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la inauguración de la conferencia mundial sobre cambio climático. La que tuvo que pasar el mal rato fue la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena, que hizo de portavoz de Ban.
Minutos después de iniciada la lectura de la carta empezó el rechazo generalizado de los asistentes al estadio de Tiquipaya. Por ratos Bárcena se vio en la necesidad de detener la lectura de la misiva. “Si no quieren que estemos nos iremos”, exclamó Bárcena.
El documento planteaba la necesidad de un diálogo entre los pueblos y los Estados, así como la necesidad de preservar la vía multilateral para la defensa del medio ambiente.
No fue el único momento complicado para Bárcena. Morales dijo que cuando estuvo en los foros de la ONU en Nueva York le invitaron refresco en vasos de plástico que contaminan el medio ambiente. Ya por la noche, Bárcena tuvo una reunión con el presidente Morales en la que, según la ejecutiva, el mandatario expresó su sorpresa por lo ocurrido en la mañana.
“No puedo tomar lo ocurrido como algo personal”, agregó la representante de la ONU, que justificó la reacción de los asistentes por la exclusión a la que los grupos sociales fueron sometidos en el pasado.
“Me parece importante el mensaje (abucheos) y entender que como ONU tenemos que acercarnos más. Eso es fundamental”, agregó.
Entre silbidos y abucheos fue recibido ayer el mensaje del secretario general de las Naciones Unidas, Ban Ki-moon, en la inauguración de la conferencia mundial sobre cambio climático. La que tuvo que pasar el mal rato fue la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica Para América Latina y el Caribe (Cepal), la mexicana Alicia Bárcena, que hizo de portavoz de Ban.
Minutos después de iniciada la lectura de la carta empezó el rechazo generalizado de los asistentes al estadio de Tiquipaya. Por ratos Bárcena se vio en la necesidad de detener la lectura de la misiva. “Si no quieren que estemos nos iremos”, exclamó Bárcena.
El documento planteaba la necesidad de un diálogo entre los pueblos y los Estados, así como la necesidad de preservar la vía multilateral para la defensa del medio ambiente.
No fue el único momento complicado para Bárcena. Morales dijo que cuando estuvo en los foros de la ONU en Nueva York le invitaron refresco en vasos de plástico que contaminan el medio ambiente. Ya por la noche, Bárcena tuvo una reunión con el presidente Morales en la que, según la ejecutiva, el mandatario expresó su sorpresa por lo ocurrido en la mañana.
“No puedo tomar lo ocurrido como algo personal”, agregó la representante de la ONU, que justificó la reacción de los asistentes por la exclusión a la que los grupos sociales fueron sometidos en el pasado.
“Me parece importante el mensaje (abucheos) y entender que como ONU tenemos que acercarnos más. Eso es fundamental”, agregó.
Evo lo dijo
«Alka-Seltzer es un medicamento occidental que cura la cabeza pero genera dolores de estómago. Compone una cosa, pero descompone dos en el cuerpo humano»
«Es mejor tomar la chicha de maíz que la Coca Cola, que hace daño. Yo viví esa situación. Esa Coca Cola de verdad destroza la vida»
«La calvicie, que parece normal, es una enfermedad, en Europa; casi todos son calvos. Y es por las cosas que comen. Mientras, en los pueblos indígenas no hay calvos»
«Quisiera que me traigan mi plato de barro en lugar de los desechables. Cuando el plato de barro se quiebra se vuelve tierra que no contamina el medio ambiente»
«La papa holandesa puede producir en tres meses, cuatro veces al año, pero esa papa holandesa con seguridad tendrá hormonas de pescado»
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