martes, 1 de diciembre de 2015

BOLIVIA PRESENTÓ EN OCTUBRE SU PLAN DE ACCIÓN CLIMÁTICA PARA EL ACUERDO DE PARÍS 2015

Bajo el argumento de que son los países desarrollados los que deben hacer compromisos concretos frente al cambio climático, el Gobierno de Bolivia se ha propuesto actuar de manera sectorial sin priorizar la visión del país en su conjunto, para reducir sus emisiones.

Esta posición fue anticipada por el vicepresidente Álvaro García Linera en octubre pasado, antes de la conferencia de los pueblos sobre el cambio climático en Tiquipaya. "Nosotros somos cuidadosos de la Madre Tierra. No tiene que cambiar Bolivia. En esa cumbre climática (en París) le vamos a decir al mundo: Bolivia protege a la Madre Tierra, no tiene que cambiar nada, son ustedes del norte que tienen que cambiar", dijo y agregó que "nosotros tenemos derecho a producir, hacer carreteras, tenemos que cultivar más si es necesario porque nuestra contribución a la Madre Tierra es gigante”.

En esa línea, mientras la mayoría de países de Latinoamérica presentó a la ONU propuestas con porcentajes definidos de reducción de emisiones, en el documento "Contribución prevista determinada nacionalmente del Estado Plurinacional de Bolivia" lo más destacado es la propuesta retórica de 10 medidas generales para salvar el planeta.

En uno de los puntos, además, el Gobierno reitera su posición respecto a las críticas internas a la explotación intensiva de recursos naturales.

A continuación el decálogo:

1. Adopción de un nuevo modelo civilizatorio en el mundo sin consumismo, guerrerismo y mercantilismo, un mundo sin capitalismo; construyendo y consolidando un orden mundial del Vivir Bien que defiende y promueve los derechos integrales de nuestros pueblos, emprendiendo el camino de la armonía con la naturaleza y el respeto a la vida.

2. Construcción de un sistema climático basado en la responsabilidad con la Madre Tierra, la cultura de la vida y con la realización plena de la humanidad en su desarrollo integral, comunitarizando y humanizando a la economía, superando el enfoque simplista de la decarbonización de la economía.

3. Protección de los derechos de la Madre Tierra de forma articulada y complementaria con los derechos de los pueblos a su desarrollo integral.

4. Defensa de los bienes comunes universales, como son los mares y océanos, el agua, el espacio atmosférico y el monopolio tecnológico, promoviendo el acceso de los pueblos al patrimonio común.

5. Eliminación de las patentes de las tecnologías y reconocimiento del derecho humano a la ciencia y tecnología de la vida.

6. Implementación efectiva por parte de los gobiernos del derecho humano al agua.

7. Constitución del Tribunal Internacional de Justicia Climática y Madre Tierra para facilitar que los países cumplan sus compromisos internacionales con el cambio climático en un contexto de respeto de los derechos de los pueblos y de la Madre Tierra.

8. Destinar los recursos de la maquinaria militar de las potencias imperiales y de los promotores de la guerra para financiar las acciones de los pueblos contra el cambio climático.

9. Erradicación de la mercantilización de la naturaleza y de los mercados de carbono que promueven millonarios negocios climáticos y no resuelven el problema de la crisis climática.

10. Descolonizar los recursos naturales de visiones coloniales ambientales sesgadas que ven a los pueblos del Sur como guardabosques de los países del Norte y a las comunidades como enemigos de la naturaleza.

Hasta el momento está confirmado que la delegación boliviana en la COP21 estará representada por el ministro de Planificación, René Orellana. El presidente Evo Morales informó que estará en la inauguración del encuentro mundial el 30 de noviembre.

De Tiquipaya a París: Las propuestas

Las conclusiones de la II Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y la Defensa de La Vida, que se realizó este año en Tiquipaya, también serán expuestas en París.

El evento, organizado por el Gobierno, propuso transitar al modelo del vivir bien como alternativa al capitalismo para “defender la vida contra el cambio climático”.

Uno de los planteamientos más importantes es la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y de la Madre Tierra que sea un órgano judicial independiente, articulado por la Convención de las Naciones Unidas, para adjudicar controversias derivadas de la interpretación e implementación de las acciones necesarias para responder al cambio climático.

La cumbre también acordó "expulsar a las transnacionales y multinacionales que dañan nuestra Madre Tierra" y pidió "combatir firmemente a las corporaciones transnacionales que generan concentración de riqueza y matan" al planeta.

Los asistentes plantearon una "Universidad Plurinacional de la Patria Grande, que integre creativamente los saberes ancestrales y recientes, impulsando el diálogo Sur-Sur".

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