sábado, 19 de diciembre de 2015

10 puntos para entender el pacto de la COP21

Delegados de 195 países del mundo se reunieron en la Cumbre del Clima durante dos semanas en París y lograron un acuerdo, que fue calificado como "histórico", para reducir la emisión de gases de efecto invernadero y, de esa manera, lograr que la temperatura del mundo no sobrepase un aumento de 2ºC hasta fin de siglo. Se considera que ese nivel de calentamiento global sería catastrófico para la vida de la humanidad.

Los 10 temas centrales son:

1. Temperatura. Los países se comprometieron a evitar que la temperatura promedio del planeta aumente a 2ºC hasta finales de siglo, e incluso que "deberán seguir esforzándose" para que no llegue a 1,5ºC, que es la exigencia de naciones más vulnerables y de países insulares.

2. Reducción de la emisión de gases. Para lograr que la temperatura no suba más de la cifra mencionada, las naciones se comprometieron a bajar drásticamente la emisión de gases de efecto invernadero, especialmente de dióxido de carbono (DO2), que es el que emiten los vehículos y las plantas de generación de electricidad que funcionan a base de carbón o petróleo.

3. Compromisos de reducción de gases. El Protocolo de Kioto buscaba forzar a los países a que rebajen obligatoriamente unos ciertos volúmenes de esos gases. Para la Cumbre de París, también llamada COP21, se resolvió que cada gobierno "ofrezca voluntariamente" reducciones de esas emisiones. En total, 186 países enviaron sus "propuestas de reducción".

4. Necesidad de aumento de esas "ofertas". La suma de esos compromisos de reducción de emisión de gases, sin embargo, no son suficientes. Si se cumplieran, la temperatura del planeta aumentaría a 2,7ºC hasta fines de siglo. El acuerdo, dicen los críticos, no establece un mecanismo claro de cómo aumentar esos "compromisos".

5. "Revisiones" de emisión de gases en el futuro. El acuerdo, sin embargo, sí establece que cada cinco años los países se comprometen a permitir que sea supervisada la emisión de gases de efecto invernadero y de reducirla para lograr no superar la temperatura de 2ºC. Esas reducciones, sin embargo, deben ser "voluntarias", que es otro aspecto que critican las ONG. Los países deberán presentar un primer balance en 2023 y endurecerlo en el futuro en función de la evolución del clima.

6. Medición de las emisiones. Los países desarrollados aceptan que la emisión de gases sea "verificada" internacionalmente, con sistemas que se han venido estandarizando en los últimos años. Los países pobres, sin embargo, no están forzados a ello, China y otras naciones lo harán de manera "voluntaria".

7. Cualidad vinculante. Aunque el ministro de Relaciones Exteriores de Francia, Laurent Fabius, dijo que el acuerdo sería "vinculante", sólo se refería a la obligatoriedad de los países de presentar sus "contribuciones climáticas" cada cinco años. EEUU se opuso a la obligatoriedad de que sea "vinculante", porque ello hubiera requerido que el acuerdo fuera ratificado por el Congreso de ese país, que está dominado por representantes del partido Republicano, que rechazan este tipo de acuerdos.

8. Responsabilidades diferenciadas. La Convención del Clima de 1992, que inició la organización de cumbres mundiales anuales sobre cambio climático, estableció anexos que detallaban los países desarrollados que estaban obligados a reducir sus emisiones. Pero 23 años más tarde, esos industrializados solo emiten el 35% de los gases totales. China e India son hoy el primer y tercer países más contaminantes del mundo y no figuran en esos anexos. Pese a ello, a China e India no se les obliga a reducir emisiones y se los emplaza solamente a "mejorar sus esfuerzos contra el cambio climático en función de sus circunstancias nacionales".

9. Fondo de ayuda. El 2009 los países industrializados prometieron la creación del llamado Fondo Verde, que consistía en lograr que 100.000 millones de dólares anuales sean distribuidos a los países en vías de desarrollo desde el 2020. El acuerdo de París se compromete a "movilizar" esos recursos, lo que incluiría a inversiones privadas, lo que las ONG rechazan. El fondo está orientado a financiar el cambio hacia a energías limpias, que requiere importantes recursos y traspaso de tecnología, y para compensar la baja estimada de crecimiento que se produciría durante esa transición. A las potencias emergentes, entre ellos China o Corea del Sur, se las emplaza a realizar aportes, pero siempre de forma voluntaria.

10. Ratificación. El acuerdo de París empezará a ser suscrito por los países a partir del 22 de abril del 2016 y entrará en vigor cuando lo ratifiquen al menos 55 de ellos (siempre que representen un mínimo del 55% de los gases de efecto invernadero del mundo). Es el mismo mecanismo que pretendió utilizar el Protocolo de Kioto para su entrada en vigencia.

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