Bolivia es un país especialmente vulnerable al impacto del cambio climático debido a varias razones básicas. Es uno de los países más pobres de América Latina, y sufre uno de los peores patrones de inequidad. La población de bajos recursos en los países en vías de desarrollo es la más expuesta al impacto del cambio climático
Fernando Meneses experto en Cambio Climático explicó que las mujeres y los hombres más vulnerables de Bolivia ya están experimentando las consecuencias del cambio climático, sin embargo, en la mayoría de los casos carecen de los medios necesarios para enfrentar estos impactos, tanto en el presente como en el futuro.
Los países desarrollados deberán proveer al menos US$ 150 mil millones a los países en desarrollo, para la adaptación a los impactos climáticos y para su desarrollo con bajas emisiones de carbono, todo con el objetivo de controlar a los sectores agricultores quiénes son y serán los más afectados, señaló Meneses.
Existe una gran preocupación popular sobre la relación potencial entre el calentamiento global y la frecuencia y severidad de los huracanes, olas de calor y otros eventos meteorológicos extremos.
Meneses destacó que los daños que el Cambio Climático causa a los ecosistemas, y la competencia que como resultado se establecerá por el acceso a los recursos naturales, podrán actuar, de manera cada vez mayor, como detonantes de guerras y otros conflictos en el futuro.
El Cambio Climático Global podría establecer nuevas e inesperadas situaciones de carestía en diversos puntos del mundo, incluidos aquellos en los que la actual riqueza de recursos naturales es una base sólida que garantiza la estabilidad social y geopolítica.
Grandes áreas de África están sufriendo de escasez de alimentos y agua potable, lo que los hace más propensos a los conflictos y más vulnerables a los efectos de éstos. Un ejemplo de ello es Dafur, en Sudán, provincia donde un conflicto en marcha se vio agravado desde que la sequía forzó a colectivos de pastores árabes seminómadas a trasladarse hacia las áreas de los granjeros africanos.
Sin embargo, como la historia lo demostró, los seres humanos somos muy capaces de adaptarnos a las condiciones climáticas cambiantes, mientras estos cambios sean moderados.
El desafío es por tanto frenar la dinámica del sistema climático y estabilizarlo en niveles que no sean peligrosos, manifestó.
Expertos internacionales todavía son optimistas porque aún es posible frenar lo suficiente el Cambio Climático como para impedir ese temible auge de conflictos armados. Su optimismo se basa en buena parte en que las labores de concienciación pública y educación que hoy se realizan hacen de las preocupaciones sobre el cambio climático una prioridad.
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