lunes, 3 de octubre de 2011

El Isiboro guarda plantas para enfermedades que aún no tienen cura

El Territorio Indígena y Parque Nacional Isiboro Sécure (TIPNIS) se constituye en una gran reserva de recursos naturales para las próximas generaciones por la riqueza de flora que tiene y que en un futuro podría convertirse en la solución para muchas enfermedades.

Así lo asegura el biólogo y director de la carrera de Ingeniería Ambiental de la Universidad Católica Boliviana, Mauricio Azero, y señala que se estima que en esta zona existen más de 3 mil especies de plantas, aunque solamente unas 500 fueron identificadas por sus nombres.

Azero asegura que con el crecimiento acelerado de la población a nivel mundial y la toma de terrenos, áreas como el TIPNIS tendrán en un futuro un gran valor por su riqueza natural.

Las plantas y árboles que hay en el territorio indígena están divididas por tres regiones; una subandina de mosetenes, otra al pie de monte y la región del sur del Beni.

El área subandina de mosetenes es la más alta y húmeda, pues en este lugar existen precipitaciones pluviales de hasta 4 mil milímetros por año; las aguas que caen se infiltran en cierta cantidad de suelo gracias a la presencia de árboles de gran tamaño, y otras fluyen por la superficie hasta bajar a la zona del pie de monte para luego seguir su curso hasta el sur del Beni, donde se encuentran los ríos Ichoa e Isiboro Sécure.

Azero dice que sin la existencia de árboles en la zona alta del TIPNIS o la ausencia de especies en el pie de monte, el sur del Beni podría sufrir fuertes inundaciones por el desborde del río Ichoa y el río Isiboro Sécure.

ECOSISTEMA
Los paisajes y plantas que se pueden observar en el TIPNIS poseen una belleza inigualable que crecen gracias al ecosistema que hay en el lugar.

Azero explica que los principales nutrientes que alimentan a las plantas están en el medio ambiente y en la existencia de otras especies de flora, no así en el suelo que posee una baja fertilidad.

Debido a la humedad que hay en la zona, los nutrientes del suelo son lavados por el agua y la tierra.

La razón por la que existen centenares de especies de plantas se debe principalmente a los nutrientes que proveen los árboles que están en la zona, es decir que si estas especies caen poco a poco por la deforestación se romperá el ecosistema y no habrán nutrientes que permitan el crecimiento de otras plantas.

“Estos ecosistemas tienen una extraordinaria susceptibilidad; si se corta la vegetación se induce a la desertificación del suelo, entonces esto perjudica al ecosistema y pueden generar otros impactos como las inundaciones”, dijo.

ESPECIES
Hasta ahora en el TIPNIS hay 602 especies de plantas registradas en el libro denominado Guía de Plantas Medicinales de los Yuracaré y Trinitarios. Estas especies están distribuidas en 85 familias y 251 géneros. Una de las más representativas del parque es el árbol de Mapajo que posee una corteza que puede ser abrazada por 12 personas y que es una de las más antiguas de la zona, pues se estima que tiene más de 400 años.

La industrialización fue negada
Si bien existe un estudio de una gran parte de especies florales presentes en el territorio indígena, que además detallan el uso de estas en la medicina natural, no existe ninguna investigación que haya permitido que las plantas de esta zona sean usadas por bioquímicos para la elaboración de medicamentos.

La encargada del Centro de Biodiversidad y Genética de la Universidad Mayor de San Simón, Susana Arrázola, indica que esta institución trató de dar los primeros pasos para investigar la parte química e industrial de estas plantas cuando se solicitó un permiso hace muchos años tal como lo indica el Decreto Supremo 24676 de Recursos Genéticos y la Ley 1333 de Medio Ambiente.

“Nosotros solicitamos el permiso para hacer este trabajo y lamentablemente fue negado”, dice a tiempo de señalar que sin una autorización los investigadores no pueden acceder a estos recursos, pues incluso se debe hacer un estudio para ver si existe la cantidad de plantas necesarias para la industrialización.

Manifiesta que aunque se desconoce el uso que se puede dar a estas plantas para la elaboración de medicamentos, los pueblos indígenas que viven en la zona ya utilizan las mismas en mates o baños para curar enfermedades, porque en el sector no existen profesionales, ni hospitales para atenderlos.

Datos de la riqueza vegetal
602 plantas
En el libro Guía de Plantas Medicinales de los Yuracaré y Trinitarios elaborado el año 2006 se registraron 602 especies de flora, que son utilizadas por los habitantes de la zona a falta de atención de médicos profesionales.

36 Grados
La temperatura máxima de la zona es de 36 grados centígrados, que junto a la humedad del 80 por ciento contribuye al crecimiento rápido de las plantas.


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