Un 76,1 por ciento de las principales ciudades chinas registraron el año pasado niveles de contaminación atmosférica por encima de lo que se considera seguro según los estándares chinos, de acuerdo con un informe anual que elabora el Ministerio de Protección del Medio Ambiente del país.
Así, de las 113 ciudades analizadas, solamente 27 están por debajo de los límites marcados por Pekín y cuentan con una calidad del aire "buena o muy buena", según el informe.
A pesar de que la gran mayoría de las ciudades no cumplen los estándares, el Ministerio asegura que las emisiones de dióxido de azufre y óxido de nitrógeno -que se originan por la combustión del carbón y los automóviles-, se redujeron un 4,52 y un 2,77 por ciento respectivamente.
El informe anual también muestra un descenso de las emisiones de amoníaco (-2,62 por ciento) y de la demanda química de oxígeno -que mide los contaminantes orgánicos del agua- del 3,05 por ciento.
Precisamente, el Ministerio se muestra "pesimista" por la calidad de las aguas del país y constata que casi un 30 por ciento de los ríos están "contaminados o gravemente contaminados", una cifra que se dispara hasta el 57,3 por ciento en el caso de las aguas subterráneas.
Además, uno de cada cuatro lagos y embalses de China tiene una cantidad excesiva de algas y 7 de las 9 principales bahías tienen una calidad del agua calificada como "pobre".
"Los resultados muestran que el estado del medio ambiente del país se mantuvo estable en 2012, pero la situación es aún sombría", dijo el Ministerio en un comunicado.
Durante el año pasado se notó un incremento de la contaminación en las zonas rurales del país debido principalmente al incremento de la actividad industrial, minera y avícola.
China endureció este año sus exigencias y estándares de contaminación, unos límites que, sin embargo, son aún más flexibles que los fijados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En caso de no haber endurecido los límites este año, 100 de las 113 ciudades del país habrían cumplido con los estándares nacionales antiguos de calidad del aire. La nueva normativa establece que aquellas urbes donde los niveles promedio de contaminación atmosférica son hasta un 15 por ciento más altos que el estándar nacional deberán trabajar para alcanzar este umbral en 2015, un plazo que se alarga hasta 2020 en el caso de situarse entre un 15 y un 30 por ciento más.
En el caso de las ciudades que registraron un 30 por ciento o más por encima del límite nacional, como el caso de Pekín, las autoridades locales tienen el año 2030 como fecha límite para cumplir el objetivo.
Aunque el Gobierno chino no publica datos de los efectos de la contaminación sobre las personas, un informe reciente de Greenpeace aseguró que los altos niveles de polución atmosférica causaron en 2012 unas 8.500 muertes prematuras solamente en las ciudades de Pekín, Shanghái, Cantón y Xian.
China, segunda economía mundial, descuidó durante décadas el medio ambiente en aras de un rápido desarrollo industrial, lo que ha producido una grave degradación de su atmósfera, o de sus ríos y lagos.
Uno de los principales factores causantes del problema es la alta dependencia china del carbón, una de las fuentes de energía más contaminantes, y que supone más del 60 % de la energía consumida en la nación.
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