Recorridos en bicicleta. Los ciclistas en la ciudad de Cochabamba están buscando ampliar sus espacios de circulación, para transitar tranquilos sin ser agredidos por otros vehículos.
La lucha por un espacio para los ciclistas en la ciudad continúa día con día; y es que los motorizados se apropian de las calles y avenidas sin dar espacio a las bicicletas.
En la actualidad, la bicicleta es vista como uno de los objetos menos convencionales para trasladarse de un lugar a otro, aunque hace más de 50 años éste era el único medio de trasporte masivo en Cochabamba.
Con la llegada del automóvil la bicicleta se fue relegando al garaje; situación que la llevó a ser considerada como una intrusa en las carreteras, además, hoy en día los ciclistas son objeto de muchas agresiones.
La verdad no se trata de disfrutar de la bicicleta tres veces por año, en el Día del Peatón, sino de mantener la actividad por los otros 362 días más.
La bicicleta tampoco puede ser tomada en cuenta sólo para competir, sino que podría ser empleada nuevamente como medio de trasporte.
A ciencia cierta se puede decir que la bicicleta ha evolucionado poco desde que se inventó en 1817, pero hoy en día las dos ruedas están cambiando el mundo.
La nueva tendencia internacional es la recuperación de la bicicleta, más si es empleada para recorrer distancias cortas como 15 kilómetros en radio urbano; y por esta razón Holanda es conocida como el país de las bicicletas.
Un país donde el tránsito está adaptado para el tráfico de las bicicletas, con ciclovías e incluso semáforos especiales; pero no se trata de eso sino de una nueva cultura que reflexione acerca de la necesidad de contar con respeto y normas hacia este tipo de vehículo.
Es por ello que se creó un movimiento mundial denominado “Masa Crítica”, un fenómeno que se fue diversificando.
En Bolivia, como en otros países latinos, se está replicando el fenómeno, aunque a menor velocidad, entre ellas Cochabamba, Santa Cruz y una tímida iniciativa en Oruro.
Inicio de la Masa Crítica
La “Masa Crítica” es una caravana de bicicletas que se apropia de la ciudad, con el objetivo de unificar a los ciclistas urbanos. Esta actividad se realiza todos los meses en muchas urbes del mundo.
La primera salida de la Masa Crítica se dio en San Francisco y asistieron 58 ciclistas, pero en menos de un año ya eran unos 500; posteriormente la movida se fue extendiendo por el resto de los Estados Unidos y del mundo.
El término Masa Crítica fue acuñado por George Bliss (diseñador estadounidense) quien se inspiró en el fenómeno que se da en China, cuando en un cruce de carretera sin semáforos no da paso a los ciclistas, quienes se van acumulando hasta llegar a un número tal que les permita cruzar la calle sin riesgo.
De acuerdo a los primeros seguidores, la sociedad por sí sola no hará los cambios ya que requiere de concienciación y respeto a los ciclistas urbanos.
Cochabamba en el pedal
Este movimiento sobre dos ruedas creció de tal manera, que hoy pocos países están exentos de una caravana de ciclistas. Cochabamba y Santa Cruz son las dos ciudades que participan de esta actividad, los integrantes se reúnen cada sábado de fin de mes para así poder salir a pedalear por la ciudad.
Cristian Nogales miembro activo de la caravana cochabambina señala que esta es una ardua y dificultosa labor, puesto que los conductores no están acostumbrados a ceder su espacio. “Nosotros planteamos una forma de transporte acorde con la ecología y el medio ambiente, pues no causamos las molestias que genera el tráfico motorizado, como ser el ruido, la contaminación, los embotellamientos y otros; pero no somos bien recibidos en la calle”.
Imagen detrás de las ruedas
Cada mes el número de ciclistas está en crecimiento y en ocasiones llegan a pedalear algo más de 50 personas; en cada ocasión la respuesta del colectivo ciudadano tanto a pie o motorizado es diferente.
Esta agrupación se autodefine como un movimiento “no organizado” de deportistas que realizan paseos mensuales para defender sus derechos, pero tropiezan con una serie de contratiempos, en algunos casos los respetan, ni tocan la bocina, en otros incluso les faltan al respeto con gritos o se abren paso a través de la caravana, causando daños.
“Nos falta educar al ciudadano y para ello, en cada pedaleada llevamos slogans y carteles de educación... como el respeto al otro, no tocar bocina, utiliza la señalética, cuidar el espacio y mucho más”, dice Diego Jordán, miembro de la Masa Crítica Cochabamba.
Una de las mayores quejas es que no existen políticas ni reglamentos que protejan la integridad y velen por los derechos de los amantes de la bicicleta.
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