Los Ángeles se convirtió en la ciudad más grande de Estados Unidos en aprobar en el pleno del Concejo municipal la prohibición del uso de bolsas de plástico en supermercados y grandes almacenes para reducir los desperdicios generados por la urbe californiana.
La medida, cuya tramitación aún no ha concluido y está pendiente de la firma del alcalde, será puesta en práctica de forma paulatina entre el 1 de enero y el 1 de julio de 2014, empezando por los comercios con mayor superficie y terminando por las tiendas de barrio.
En lugar de bolsas de plástico, los clientes podrán utilizar sus propias bolsas o adquirir unas de papel con un precio de 10 centavos cada una.
Iniciativas similares ya se aplican en otros lugares del condado de Los Ángeles, como la ciudad de Santa Mónica, donde en 2011 las bolsas de plástico fueron erradicadas de las tiendas.
San Francisco dio luz verde a una prohibición similar en 2007 y en California, según el diario San Francisco Chronicle, hay más de 60 comunidades en el estado donde las bolsas de plástico son historia.
Según las autoridades, se distribuyen más de 2.000 millones de bolsas de plástico cada año en la ciudad de Los Ángeles, de las cuales muchas acaban convertidas en desperdicios o en el océano, y suponen un problema medioambiental y para la vida de los animales marinos.
La medida ha sido presentada varias veces ante los legisladores estatales en California donde hasta la fecha se ha encontrado con la oposición de la mayoría de los políticos.
Se estima que la prohibición de esas bolsas de plástico podría terminar con hasta 2.000 puestos de trabajo en la industria del plástico en California y tendría un impacto sobre las poblaciones con menores ingresos.
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