Además de los beneficios para el medio ambiente, la preservación de zonas forestales contribuye a una mayor producción de energía, según un estudio hecho en la Amazonia.
Un aumento de la deforestación amazónica puede disminuir en un tercio la potencia generadora de la central hidroeléctrica de Belo Monte, que se construye en el río Xingú como la tercera más grande del mundo, concluyó un estudio del Instituto de Investigación Ambiental de la Amazonia (IPAM).
La investigación simuló distintas posibilidades de generación de electricidad con diferentes grados de deforestación de la cuenca amazónica, combinando conocimientos de hidrología, ecología, ciencias de la tierra, climatología y economía.
Con más bosques, más energía, fue la conclusión general.
“En las condiciones actuales de deforestación, la producción ya será de 6 a 7% inferior a la que habría sin deforestación”, dijo a Tierramérica la autora principal del estudio, Claudia Stickler.
“Los bosques influyen directamente en el ciclo de lluvias y en consecuencia en el volumen de agua de los ríos. Ése es un aspecto que los planificadores de esas centrales necesitan observar mejor”, concluyó la especialista.
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