Mario Gareca, secretario de Medioambiente y de Agua de la Gobernación de Tarija, dijo a The Associated Press que el descenso de la cantidad de peces en el río Pilcomayo está perjudicando a pescadores del lugar, entre ellos al pueblo indígena Weenhayek que vive en la ribera.
Para subsanar el problema el Gobierno de Evo Morales desarrolló un proyecto para construir una laguna artificial con agua del mismo río en lugares secos que ha dejado la sequía.
El proyecto tiene un costo aproximado de un millón de dólares y demorará más de tres años en estar concluido.
"Lo que se va a lograr con esto es que vamos poder lograr que los peces se queden en el lado boliviano para que se reproduzcan y garantizar que no mueran", dijo Gareca.
En tanto, el ministro de Medio Ambiente y Agua, José Zamora, explicó la víspera que a través de una represa se buscará regular las aguas del río para que los peces puedan salir de Argentina y Paraguay a reproducirse en Bolivia.
El río Pilcomayo nace en Bolivia y pasa por Argentina y Paraguay, pero en el lado boliviano tiene una sequía en tiempos de invierno -entre junio hasta parte de septiembre- que hace que las aguas bajen tanto que los peces no llegan.
Zamora dijo que las represas servirán para "controlar que el mayor cauce no se vaya a Paraguay, como ocurre ahora".
"Estamos planteando una solución a través del manejo del río para el acceso, distribución y almacenamiento del agua", agregó.
El capitán grande de la Organización de Capitanías Weenhayek y Tapietes, Moisés Sapiranda, explicó que se necesitan proyectos inmediatos ya que a la sequía del río se suma que la población de ese pueblo indígena ha aumentado.
La pesca en el Pilcomayo se ha visto afectada no sólo en Bolivia sino también en Paraguay y Argentina, dejando pérdidas de decenas de millones de dólares, según el vicecanciller boliviano Juan Carlos Alurralde.
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