El CO2 (dióxido de carbono) es uno de los gases más venenosos para el aire y la capa de ozono, también es el más utilizado por grandes y pequeñas empresas que fabrican productos de materiales polietilenos y otros, sin embargo, las consecuencias de la constante emisión del dióxido de carbono y su impacto ambiental en el mundo, son lamentables.
Desde hace siglos las emisiones de gases contaminan la atmósfera, entre ellos, el dióxido de carbono, razón por la cual en la década de los 50, ya detectaron la disminución de la capa de ozono. El año 2004, se ha descubierto que alrededor de 27 millones de toneladas de este gas han sido emitidas en todo el mundo.
Hoy se afirma que del total de las emisiones de gases acumulados en la capa de ozono, más del 80 por ciento (%) son dióxido de carbono. Estudios ambientales revelan que los países del Norte son los que emiten más, agentes contaminantes, es el caso de Estados Unidos que genera más del 30% del total de éteres acumulados en la capa de ozono, la ex Unión Soviética, poco más del 13%, naciones como China e India más de 12%, sin embargo, ahí también se suma a América Central y Sur, que han emitido casi 4%.
La emisión del dióxido de carbono junto a pequeñas cantidades de otro tipo de gases, han logrado en el mundo entero, alterar el clima, fenómeno conocido como el cambio climático, que actualmente es una de las consecuencias grandes que está marcando huellas profundas en el ambiente.
Citamos algunos impactos ambientales ocasionados por la emisión del dióxido de carbono y otros gases, por ejemplo, actualmente la mitad de los imponentes Alpes en la Antártida ya desapareció, así también, cada día se visibiliza más el aumento del agua en los mares, la extensión de hielo se ha reducido entre 10 y 15% durante la primavera y el verano, desde los años cincuenta.
Recordemos también que entre 1990 a 2004, se descubrió en la Antártida que de una población de 320 parejas de pingüino con crías, solo quedaron 54, la razón fue que la temperatura promedio del lugar se incrementó en casi 5,5 °C en cincuenta años. Asimismo, los osos polares al no adaptarse a los nuevos climas también han sido obligados a migrar o extinguirse poco a poco.
Los científicos calculan que posiblemente para el año 2050, el 75% de glaciares de los Alpes podrá desaparecer. Así también para años venideros restan las esperanzas de disfrutar la temperatura de hoy, ya que para 2100 se manifiesta que será entre 540 a 970 partes por millón la emisión de gases.
Si seguimos emitiendo a todo dar gases tóxicos, entre ellos el venenoso dióxido de carbono, en los próximos años o décadas, la temperatura promedio puede aumentar entre 1.8 y 4 °C, con ello también el nivel del mar subiría entre 18 a 59 centímetros.
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