Sucre Los vecinos de Arco Punku Aranjuez sufren constante agresión ambiental

Arco Punku es un barrio de reciente creación ubicado en las inmediaciones de Bajo Aranjuez. A pesar de que el entorno natural de esa zona es uno de los escasos pulmones verdes de una ciudad agobiada por el cemento, el sector sufre una constante y progresiva agresión que viene dañando seriamente las condiciones de habitabilidad de muchas familias que se instalaron en sus proximidades.

El problema ambiental puede observarse desde la prolongación de la calle Osvaldo Molina, la cual se ha convertido en un descontrolado basural alimentado por la inconsciencia de otros vecindarios que echan sus desechos en esos parajes.

Esta situación está provocando que un poteo construido recientemente (algunos vecinos observan graves fallas técnicas) esté a punto de colapsar debido a que los basurales están taponando la circulación de las aguas.

Fernando Fernández es un vecino que decidió promover una verdadera cruzada en defensa del medio ambiente en la zona. Gracias a su inquietud, próximamente se celebrará una reunión de vecinos y distritos para analizar el problema de fondo y plantear una solución a las autoridades, las cuales hicieron muy poco por salvar un paraje casi único en la ciudad.

La abundante flora y fauna en ese pequeño cañadón que confluye en el río Quirpinchaca hizo que recientemente expertos ornitólogos catalogaran alrededor de 25 especies de aves diferentes que cohabitan en las pequeñas huertas que aún existen.

Sin embargo, la permanente contaminación ambiental ocasionada por fogatas y quemas de pajonales hace que muchas veces el aire permanezca enrarecido varias horas en el día. “ Se queman pajonales todos los días a cualquier hora. Hemos hablado con la oficina de Medio Ambiente pero a pesar de que hicieron visitas al lugar no se ha tomado ninguna medida”, señala Fernández.

Incluso, se ha detectado que en la parte alta del barrio se queman otras sustancias mucho más tóxicas, como ropa y otros materiales nocivos para la salud.

En este barrio se encuentra asentada la Unidad Educativa Domingo Savio, una de las más importantes de la capital, donde asisten unos 200 niños en pre-escolar y 1.400 alumnos en ciclos superiores.

Sor Lucila Guerra Mendoza, directora de esa unidad, subraya que el colegio tiene como uno de sus objetivos contribuir al saneamiento de la zona a través de campañas de limpieza de las que participan alumnos y profesores.

“La pena es que con la colaboración de los vecinos podríamos mantenerlo mejor, son algunos que se preocupan y nos convocan para hacer los reclamos”, lamenta la religiosa.

Además, el barrio sigue esperando la ejecución de una importante obra de impacto, la pavimentación de la avenida que conectará la Fundación Pachamama con El Tejar, la que contribuirá a disminuir la permanente polvareda que aqueja a sus habitantes.

Con propuestas integrales de desarrollo
Habitantes planifican acciones

Fernando Fernández viene promoviendo una reunión general del barrio, la misma que se realizará los primeros días del próximo mes de octubre con el objetivo de analizar todos estos problemas y, paralelamente, escuchar de la Alcaldía cuáles son los planes que se tienen para el desarrollo integral del Distrito 4.

“Se podía haber priorizado el camino asfaltado desde Pachamama hasta El Tejar, eso ahorraría mucho tiempo y gasolina a la gente y a muchos estudiantes que vienen a pie con el riesgo de ser agredidos por gente que consume alcohol. Tampoco se atiende, el problema es integral”, afirma.
"Queremos escuchar qué plan tiene el Gobierno Municipal de Sucre para este distrito, les sugerimos un plan a corto, mediano y largo plazo. Comprometeremos a todos los vecinos del distrito y eso deberían hacer todos los barrios. Lo malo es que a ratos uno solo es el que impulsa, pero el resto no", añade.

OPINIONES
Fernando Fernández: “Evitar que esta área hermosa se convierta en un basural que puede ser recuperada para un parque botánico o apiario".
Sor Lucila Guerra: “No vemos empeño de cuidar el medioambiente; hemos tenido charlas, pero necesitamos más compromiso".
Marlene: "Hay tierra por todas partes y es el polvo lo que hace mal a los niños y las personas mayores".
Víctor Urquizu (Dirigente): "Hemos puesto en conocimiento de las autoridades pero no nos hacen caso. Sigue pendiente el poteo de la quebrada".