jueves, 24 de septiembre de 2015

Una joven recicla jabones para llevar higiene a comunidades rurales


Reciclar es el proceso de convertir materiales que no están siendo usados que podría convertirse en basura de vertedero, para reutilizarlos en la fabricación de nuevos productos. Esto reduce la cantidad de desechos que terminan en vertederos, así como la necesidad de materia prima adicional para producir nuevos productos.

Erin Zaikis quería ser astrónoma pero terminó reciclando jabones y no se avergüenza de nada. Esta chica de 25 años dejó sus sueños atrás por cambiar la realidad que viven miles de niños alrededor del mundo. La historia de Erin comienza un día cualquiera en el que vas a lavarte las manos al salir del baño.

Zaikis trabajaba como voluntaria en las escuelas de un pueblo fronterizo de Myanmar en 2013, pero nunca vio una barra de jabón. Esta situación le generaba enojo hasta que supo que los niños nunca habían visto una. Cuando ella preguntó a los niños que dónde estaba el jabón y que si no se lavaban las manos, ellos simplemente respondieron, ¿qué es el jabón?

Siempre se habla de la necesidad de llevar agua a zonas rurales pero nunca de la higiene, donde un jabón es un recurso primario. Erin tomó el asunto en sus manos, convirtió su rabieta en acciones, y compró un jabón en una comunidad vecina para enseñar a los niños a lavarse las manos correctamente.

El asunto del jabón no paró ahí, la chica creó una organización sin fines de lucro llamada Sundara. Su organización se dedica a hacer algo tan sencillo que nadie lo hace: recicla jabones. Sundara agrupa mujeres de barrios marginados, llamadas embajadoras de higiene, para recolectar barras de jabón usadas de hoteles.

Mediante un proceso muy simple, las barras de jabón se reciclan y se llevan a comunidades en la India, Myanmar y Uganda. De esta manera, las mujeres obtienen un trabajo y por primera vez en su vida saben lo que es un empleo con un salario justo, mientras que llevan higiene básica a donde más se necesita.

Erin demuestra que mejorar el mundo no requiere inventar el hilo negro, basta con resolver un problema real cuya solución puede ser tan sencilla como reciclar. Cuando siempre hemos tenido las cosas damos por sentado que es normal tenerlo, por eso en el mundo se desperdician tantas barras de jabón que podrían salvar miles de vidas si alguien del otro lado del mundo, tuviera acceso a ellas.

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