Del 2007 al 2009, las exportaciones de productos forestales sufrieron una reducción del 17,7% en valor y del 13% en volumen, debido, según el Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE), a la incertidumbre generada por la nueva ley forestal y a la crisis internacional.
De acuerdo con el informe elaborado por el Gobierno y organismos internacionales, “Principales Productos Forestales en Bolivia”, el país tiene un gran potencial forestal que se encuentra en aproximadamente 42,8 millones de hectáreas (ha).
Actualmente, el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas (MMAyA) trabaja en la elaboración de la nueva ley forestal que establecerá los nuevos lineamientos económicos y productivos de la exportación de productos forestales.
Desde el martes, La Razón intentó obtener información o una entrevista con autoridades del MMAyA y de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), para conocer la situación política y económica de la producción en este sector, así como las nuevas condiciones que se tendrán para las concesiones forestales, pero no obtuvo ninguna respuesta de esas entidades.
Según datos del IBCE, a base de información del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre las gestiones 2007 y 2009, el valor de las ventas al exterior se redujo en 17,7% y 13% en volumen (ver infografía).
Para el titular del IBCE, Pablo Antelo, la caída en las cifras se debe a la crisis económica del 2008 y la “incertidumbre” provocada por la nueva ley forestal. “La incertidumbre de no saber si la ley forestal elaborada por el Gobierno va a tener confiscación o reversión de concesiones, o si ésta no ofrecerá ningún incentivo a la producción y exportación provoca que no hayan nuevas inversiones en el sector”, manifestó.
Siendo uno de los principales actores en esta actividad, el sector productivo, aseguró, “no fue invitado” a participar en la elaboración de la nueva norma ni de la ley de emergencia forestal.
Según información proporcionada por la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), “la industria forestal, pese a las dificultades internas, como la prolongada falta de diesel en algunas regiones, ha podido responder al pequeño incremento de las demandas del exterior (...). Sin embargo, es de lamentar que la empresa formal haya sido prácticamente desplazada del mercado nacional por la informalidad que ha crecido de manera significativa en los últimos años, haciendo imposible competir contra ella”.
PRODUCCIÓN. En esta gestión, el sector está comenzando a recuperarse después de una “estrepitosa” caída en las exportaciones en los anteriores años, siendo el sector de productos maderables el más afectado por la crisis internacional, señala el informe de la Cámara Forestal de Bolivia.
Añade que entre enero y agosto de esta gestión, las exportaciones de productos forestales alcanzaron aproximadamente $us 150 millones, de los cuales cerca del 51% corresponde a productos forestales no maderables, principalmente castaña, y en menor medida palmito. El restante 49% son productos maderables, principalmente semielaborados como madera aserrada y elaborados como muebles, pisos, puertas, ventanas y láminas, finaliza.
Concesiones forestales llegan a 42
En Bolivia existen 42 concesiones forestales que suman aproximadamente 3,2 millones de hectáreas (ha), según datos de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB). El Estado entrega las concesiones a terceras instituciones o empresas para su explotación a cambio del pago de una patente. Además, el último informe del Consejo Boliviano para la Certificación Forestal Voluntaria registró en el país 16 operaciones forestales certificadas (de las cuales 12 son concesiones), un Sistema de Regencia (ASL), una TCO y dos propiedades privadas, haciendo un total de 1,56 millones de ha certificadas
con el sello ecológico FSC.
‘Bolivia no cuenta con una norma de promoción forestal’
Siendo una gran alternativa para generar mayor producción maderable y no maderable, las plantaciones forestales en Bolivia no cuentan con una normativa para su promoción, afirma Pablo Antelo, titular del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Las plantaciones son otorgadas por el Estado y maximizan la producción forestal con fines comerciales, usando los mismos principios de la agricultura. Requieren de mayor administración que un bosque natural y, por lo tanto, mayor uso de energía directa e indirecta, lo que a su vez genera mayor rendimiento económico para el inversor.
“Las plantaciones forestales pueden contribuir a que se mejore la oferta de producción de la industria, pero contrariamente a otros países, Bolivia no tiene una norma que promueva las plantaciones”, afirma Antelo. Brasil, sigue el presidente del IBCE, tiene más de 5 millones de hectáreas (ha); Chile 2 millones; en Argentina y Uruguay aproximadamente un millón; y en Bolivia alrededor de 30 mil ha.
Según datos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO), China es el país con mayor superficie de plantaciones forestales (45 millones de ha); India tiene 32 millones; Rusia 17 ; Estados Unidos16; y Japón 15 millones.
De acuerdo con el informe elaborado por el Gobierno y organismos internacionales, “Principales Productos Forestales en Bolivia”, el país tiene un gran potencial forestal que se encuentra en aproximadamente 42,8 millones de hectáreas (ha).
Actualmente, el Ministerio de Medio Ambiente y Aguas (MMAyA) trabaja en la elaboración de la nueva ley forestal que establecerá los nuevos lineamientos económicos y productivos de la exportación de productos forestales.
Desde el martes, La Razón intentó obtener información o una entrevista con autoridades del MMAyA y de la Autoridad de Fiscalización y Control Social de Bosques y Tierra (ABT), para conocer la situación política y económica de la producción en este sector, así como las nuevas condiciones que se tendrán para las concesiones forestales, pero no obtuvo ninguna respuesta de esas entidades.
Según datos del IBCE, a base de información del Instituto Nacional de Estadística (INE), entre las gestiones 2007 y 2009, el valor de las ventas al exterior se redujo en 17,7% y 13% en volumen (ver infografía).
Para el titular del IBCE, Pablo Antelo, la caída en las cifras se debe a la crisis económica del 2008 y la “incertidumbre” provocada por la nueva ley forestal. “La incertidumbre de no saber si la ley forestal elaborada por el Gobierno va a tener confiscación o reversión de concesiones, o si ésta no ofrecerá ningún incentivo a la producción y exportación provoca que no hayan nuevas inversiones en el sector”, manifestó.
Siendo uno de los principales actores en esta actividad, el sector productivo, aseguró, “no fue invitado” a participar en la elaboración de la nueva norma ni de la ley de emergencia forestal.
Según información proporcionada por la Cámara Forestal de Bolivia (CFB), “la industria forestal, pese a las dificultades internas, como la prolongada falta de diesel en algunas regiones, ha podido responder al pequeño incremento de las demandas del exterior (...). Sin embargo, es de lamentar que la empresa formal haya sido prácticamente desplazada del mercado nacional por la informalidad que ha crecido de manera significativa en los últimos años, haciendo imposible competir contra ella”.
PRODUCCIÓN. En esta gestión, el sector está comenzando a recuperarse después de una “estrepitosa” caída en las exportaciones en los anteriores años, siendo el sector de productos maderables el más afectado por la crisis internacional, señala el informe de la Cámara Forestal de Bolivia.
Añade que entre enero y agosto de esta gestión, las exportaciones de productos forestales alcanzaron aproximadamente $us 150 millones, de los cuales cerca del 51% corresponde a productos forestales no maderables, principalmente castaña, y en menor medida palmito. El restante 49% son productos maderables, principalmente semielaborados como madera aserrada y elaborados como muebles, pisos, puertas, ventanas y láminas, finaliza.
Concesiones forestales llegan a 42
En Bolivia existen 42 concesiones forestales que suman aproximadamente 3,2 millones de hectáreas (ha), según datos de la Cámara Forestal de Bolivia (CFB). El Estado entrega las concesiones a terceras instituciones o empresas para su explotación a cambio del pago de una patente. Además, el último informe del Consejo Boliviano para la Certificación Forestal Voluntaria registró en el país 16 operaciones forestales certificadas (de las cuales 12 son concesiones), un Sistema de Regencia (ASL), una TCO y dos propiedades privadas, haciendo un total de 1,56 millones de ha certificadas
con el sello ecológico FSC.
‘Bolivia no cuenta con una norma de promoción forestal’
Siendo una gran alternativa para generar mayor producción maderable y no maderable, las plantaciones forestales en Bolivia no cuentan con una normativa para su promoción, afirma Pablo Antelo, titular del Instituto Boliviano de Comercio Exterior (IBCE).
Las plantaciones son otorgadas por el Estado y maximizan la producción forestal con fines comerciales, usando los mismos principios de la agricultura. Requieren de mayor administración que un bosque natural y, por lo tanto, mayor uso de energía directa e indirecta, lo que a su vez genera mayor rendimiento económico para el inversor.
“Las plantaciones forestales pueden contribuir a que se mejore la oferta de producción de la industria, pero contrariamente a otros países, Bolivia no tiene una norma que promueva las plantaciones”, afirma Antelo. Brasil, sigue el presidente del IBCE, tiene más de 5 millones de hectáreas (ha); Chile 2 millones; en Argentina y Uruguay aproximadamente un millón; y en Bolivia alrededor de 30 mil ha.
Según datos de la Organización para la Agricultura y la Alimentación de la ONU (FAO), China es el país con mayor superficie de plantaciones forestales (45 millones de ha); India tiene 32 millones; Rusia 17 ; Estados Unidos16; y Japón 15 millones.
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