La Sociedad de Ingenieros de Bolivia de La Paz (SIB-La Paz) afirma que se debe esperar a que el movimiento geológico iniciado el anterior fin de semana, y que afectó a siete barrios de la ciudad, se desactive por sí sólo para intervenir con maquinaria pesada.
El megadeslizamiento es considerado por esta institución como uno de los más grandes en la historia de esta ciudad, desde 1930.
El presidente de la SIB-La Paz, Marcelo Badani, explicó que, en este momento, el ingreso de equipo pesado para estabilizar el terreno pondrá en riesgo a los operarios, puede ocasionar la pérdida de maquinaria y activar nuevos deslizamientos.
Explicó que para iniciar estos trabajos, previamente se debe esperar la interrupción de las lluvias. Luego se debe realizar la observación de suelos para evitar que haya secuelas y, posteriormente, iniciar estudios geológicos a través de un equipo multidisciplinario, experto en taludes.
Badani dijo que éstos son antiguos movimientos que históricamente ya se habían registrado, pero por sectores y de una forma puntual. Sin embargo, actualmente, éstos se intensificaron debido a los asentamientos humanos, sobre estas zonas identificadas como de riesgo, según el mapa municipal de riesgos de 2010.
“Estas zonas son rellenos que han saturado el terreno, no sólo por la construcción de casas, también por la falta de drenaje adecuado no sólo doméstico, sino también pluvial”.
A ello, aseguró, se suman los desagües de algunas industrias que lanzan agua a ríos y quebradas del sector.
Estas descargas de líquidos y rebalses han debilitado las quebradas en sus laderas y, con el sobrepeso que hubo por la saturación del terreno, se ha destruido en los lugares debilitados.
El Presidente de la SIB explicó que el problema se agrava cuando no se realizan obras que estabilicen a estos taludes, lo que va generando debilitamiento. “A lo largo de los años se van agrietando estos sectores y el agua ya tiene por dónde entrar”.
Si el municipio logra desviar el agua y evita que se introduzca en la profundidad del terreno, el deslizamiento puede evitarse.
Dijo que para desactivar estos deslizamientos, se requiere altas inversiones para construcción de galerías filtrantes, muros de contención, regulaciones de cuencas y embovedados, que evitan que las aguas filtren.
“Mi casa ya no vale nada”
“Mi casa ya no vale nada y estoy desmoralizado porque todo nuestro esfuerzo se vino abajo. Compré el terreno hace cinco años en 13.000 dólares”, asegura Teodoro Condori, que se quedó sin estrenar los ambientes de su nuevo inmueble en Callapa y con una deuda financiera de 36.000 dólares.
Teodoro, de profesión chofer, manifiesta que junto con su esposa, Guadalupe, trabajó noche y día para conseguir “una casa propia”, mientras intentaba rescatar las calaminas de su vivienda y extraer de entre los escombros la cocina, el baúl con ropa y otros enseres que la tierra se tragó el domingo por la mañana.
Guadalupe, enjugándose las lágrimas del rostro, con su mandil a cuadros, afirmó que todo su esfuerzo como comerciante lo invirtió en su casa, que comenzó a construir en junio del pasado año. “Sólo faltaba pintar las paredes, pero el domingo la plataforma cedió, al igual que mis esperanzas”.
A mil metros de distancia, en Santa Rosa Azata, Julia Arias (57) escarbaba entre los escombros para rescatar algunos objetos que quedaron atrapados en su casa por efecto del movimiento de las tierras. “Mi alimento diario era sólo la hoja de coca, no comía por tener mi casa propia. Confeccionaba polleras y apenas pude rescatar las máquinas. Ahora no tengo casa y debo al Banco Unión cerca de 7.000 dólares”, contó. Mientras su esposo, picota en mano, intentaba abrir la puerta de ingreso principal para rescatar los rollos de tela y los utensilios de cocina. Como estos dos casos, cuatro de cada 10 familias de Callapa accedieron a un crédito en los bancos Unión y Solidario, y los fondos financieros Prodem y Promujer, según manifestaron.
Análisis financiero. La Asociación de Bancos (Asoban) anunció que analizará la situación de las personas afectadas por las lluvias y que no puedan honrar sus compromisos ante la banca por los créditos que recibieron, según ANF.
El vicepresidente nacional de Negocios del Banco Bisa, Jorge Velasco, dijo que se analizará una medida a favor de los damnificados, la cual deberá estar apegada a normas.
“Es un tema que vamos a evaluar juntamente con Asoban, hay una normativa vigente sobre la que tendríamos que apoyarnos, y vamos a ver si se hacen esas acciones”, manifestó. Velasco considera que el tema de los afectados que son deudores está siendo revisado por todos los bancos.
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