El río Piraí alcanzó a las 13.00 de ayer una altura superior a 1,7 metros de su nivel normal; mientras, el agua no se retira por completo del municipio cochabambino de Quillacollo y causa problemas a los damnificados que viven en carpas.
Ayer, Ernesto Aguilera, funcionario de Servicio de Encauzamiento de Aguas y Regularización del río Piraí (Searpi), informó a la red televisiva ATB que en la estación de La Angostura el agua alcanzó el nivel mencionado, en tanto que alrededor de las 20.00, ese índice se redujo a 1,50 metros, lo que seguía siendo un peligro para quienes intentaban cruzar el lecho del río.
Entretanto, Los Tiempos informó que Quillacollo es uno de los sectores que se encuentra más perjudicado por la inundación de esa región, pues al agua no termina de salir de las viviendas y a la incomodidad que reina en las carpas ocupadas por los damnificados, se suman el mal olor que desprende el agua detenida y las montañas de basura que no fueron recogidas por los trabajadores de la Empresa Municipal de Aseo de Quillacollo (EMAQ) durante el largo fin de semana.
Los damnificados de la zona sur de Quillacollo viven en condiciones lamentables, pues las carpas que fueron instaladas para cobijarlos reciben hasta seis familias, más de 35 miembros cada una, y no existen posibilidades de que puedan volver a sus hogares en el corto plazo, pues el agua permanece estancada dentro de sus viviendas.
A esto se añade que los funcionarios de EMAQ no trabajaron durante las últimas tres semanas por los problemas laborales que mantuvieron con la alcaldesa Carla Lorena Pinto, los que se dijo que habían sido resueltos el anterior viernes, situación que no provocó cambio algunos, pues los trabajadores del sector, al igual que el resto de la población, prefirieron disfrutar de sus feriados.
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