La zona de Santa Rosa de Callapa es uno de las más afectadas por el megadeslizamiento. Los damnificados aseguran que sus viviendas desaparecieron entre la tierra.
El barrio es uno de los diez damnificados y se encuentra en medio de las 140 hectáreas que se deslizaron el sábado por la noche. “Comenzaron las rajaduras en la mañana (del sábado).
Logré sacar varias cosas y las trasladé a la casa de mi hijo (que vivía una cuadra más abajo), pero en la noche la tierra se tragó toda la casa y ahora no tengo nada”, dijo José, el propietario de un inmueble.
Cerca del lugar las rajaduras aún permanecen y entre ellas hay aberturas de hasta 80 centímetros de ancho y una profundidad de dos a tres metros.
Pero el damnificado explicó que la noche de la tragedia su casa se hundió en una de las rajaduras. “Como el terreno se seguía moviendo la tierra que bajó de arriba la terminó de cubrir. Como me ve (con una camisa y un chaleco) es lo único que tengo. Ni siquiera puedo escarbar para sacar algo”, dijo el vecino mientras recorría lo que quedó de la calle Copacabana de Santa Rosa de Callapa.
El presidente de la junta de vecinos de la zona, Antonio Acero, recordó que “el deslizamiento fue muy violento. No nos dio tiempo para recuperar nuestras pertenencias. No saqué nada. Nosotros nos sentimos huérfanos. Nadie menciona Santa Rosa de Callapa”, declaró.
El reclamo no deja de ser justo. Los funcionarios municipales llegan hasta las zonas que están en los extremos para ayudar a evacuar las pertenencias de las personas cuyos bienes aún están de pie. En Santa Rosa sólo algunos voluntaros del grupo de Salvamento y Rescate (SAR) ayudan a las personas afectadas.
Además, el acceso es complicado. Desde Callapa se debe caminar cuesta arriba como una hora y desde el barrio de Kupini el acceso demora como 40 minutos después de cruzar lodazales. Angelina Tenorio, otra de las afectadas, dijo que “vivía en la calle Bolivia y no he recuperado nada. Mis cosas están bajo la tierra. Mis hijos están sin ropa. Esa noche (del sábado) en vano pedí ayuda, nadie vino”.
Organización
“Tras el deslizamiento nos dispersamos por todo lado. Algunos escaparon hacia Pampahasi, otros a Kupini o Irpavi 2”, declaró el presidente vecinal, Antonio Acero. Explicó que el barrio se partió y no se pueden organizar entre los vecinos. Un extremo bajó hasta quedar en medio del desastre y otro se quedó en la parte alta, más próximo a la zona de Pampahasi. (LE)
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