Cada día florecen nuevos negocios ‘verdes’ en Santa Cruz. Uno de ellos es Hevea, una microempresa dirigida por un matrimonio joven, que abrió hace un par de semanas y que se dedica al reciclaje de neumáticos de llantas. La idea: reducir la cantidad de gomas tiradas en algún barrio o en el vertedero de Normandía, al tiempo que se hace dinero con la venta de bolsos, carteras, aros y otros accesorios de vestir en formato de lujo. Todo de goma, expuesto en una vitrina de boutique.
Si la Empresa Municipal de Aseo Urbano (Emacruz) pretende reciclar en cinco años la mitad de la basura que genera la ciudad (alrededor de 1.000 a 1.200 t por día), este emprendimiento es un pequeño tranco. Así lo entienden Valeria García (24), una cruceña, tesista de ingeniería comercial, y su esposo Philipp Niermann (25), un estudiante de origen alemán.
Ellos tienen la capacidad de reciclar 60 llantas por mes. De acuerdo con el programa de la Cooperación Suiza (Swisscontact), la ciudad produce a diario cerca de nueve toneladas de residuos de gomas.
Hevea es un granito de arena. Su aporte al reciclaje aún es pequeño, desde todo punto de vista. Otros opinan que es un gran esfuerzo, considerando que se trata de una iniciativa ciudadana. “Menos basura, menos llantas quemadas, menos mosquitos, menos dengue y una población más saludable”, opina Alfredo Leigue, empresario de reciclaje de papel.
“La idea es que podamos vivir de esto”, comenta Philipp. Por ahora solo da para cubrir gastos operativos de la tienda.
Philipp acopia la materia prima en llanterías, extrae y lava el caucho. Luego lo corta de acuerdo con los moldes que diseña Valeria.
Finalmente, Javier Condori, un hábil costurero, le da la puntada final al producto.
“Esto es lo que sucede cuando en lugar de quejarte de la basura, como vecina de la ciudad, comienzas a actuar”, dice García.
En 2010, cuando le tocó abordar su tesis, Valeria buscó una idea de negocios sostenible y que le permita ayudar a limpiar la ciudad un poco.
La boutique es céntrica (Ñuflo de Chávez, casi primer anillo) y allí exhiben una variedad de productos que combinan el uso de neumáticos reutilizados, tela, papel reciclado. Todo coherente con una conciencia ambiental que busca llegar a los clientes en la práctica.
Valeria explica que en la tienda todo debe guardar coherencia con el cuidado del medio ambiente. Todo está hecho de materiales reutilizados, desde el decorado hasta el formato de entrega de sus productos, que se envuelven en papel reciclado de la tienda Valentina, arte y papel.
El negocio abrió en febrero, luego del impulso que tomó el proyecto en la Ecoferia de la Cámara de Industria y Comercio (Cainco) de noviembre de 2011. “Me convenció”, confiesa Philipp, en su condición de socio. Ambos se conocieron en EEUU como estudiantes de intercambio, luego establecieron una relación que se unió más a partir del proyecto.
En 2011 Valeria decidió consolidar la iniciativa, promocionó sus productos en La Paz, Cochabamba e incluso en Alemania, hogar de Philipp.
Con la ayuda de la Cooperación Suiza, Valeria y Philipp quieren probar que otro modelo de negocios es posible: uno más amigable con el medioambiente y consciente de su responsabilidad con la ciudad.
Santa Cruz, la ciudad de ‘mypes verdes’
Viviana Parada Swisscontact / Reciclaje
En Santa Cruz se generan cerca de 1.000 toneladas de basura por día. Según la caracterización de residuos del 2008, el 60% son orgánicos, 20% son materiales inorgánicos que se pueden aprovechar como materia prima para nuevos productos y el 0,9% corresponden a gomas, es decir, nueve toneladas por día.
Esta es la ciudad donde se está desarrollando más la industria del reciclaje, sobre todo en el sector de la micro y pequeña empresa (mypes). Son emprendedores que vieron una oportunidad de negocios donde otros solo ven ‘basura’. Como en el caso de las llantas.
Como Swisscontact, a través del proyecto ‘Ecovecindarios’ y en la línea de ‘trabajos verdes’, apoyamos el desarrollo de algunos de estos emprendimientos, como Hevea. Estas iniciativas deberían recibir apoyo de las autoridades públicas. Ir acompañadas de políticas que contribuyan a su fortalecimiento, porque además de generar empleos tienen un impacto ambiental sobre la ciudad.
Amigables con el medioambiente
- En el taller. Luego de acopiar las llantas y haberlas lavado, Philipp lleva los trozos de neumático al taller y los corta siguiendo los moldes que dibuja Valeria, su esposa. Javier Condori costura y da el acabado final.
- Boutique. Valeria atiende la tienda, que abre de lunes a sábado. Allí se exhibe una variedad de productos que van desde bolsos, carteras, monederos, hasta aros y adornos decorativos del hogar. Todo de caucho, costurado con tela y papel reciclado.
- Precios. El bolso más costoso no supera los Bs 190, mientras que los productos más económicos, entre aros y otros adornos están entre los Bs 10 y Bs 15.
- Identidad. Hevea es el nombre de la variedad de 32 especies de árboles que producen la goma. Por eso la microempresa lleva ese nombre. Cada producto tiene un nombre de alguna de las variedades de esta especie: Brasieliensis, Radiana, etc.
- Promoción. La oferta se difunde por Facebook y se identifica con el nombre Hevea.
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