En el Día Mundial del Agua que se celebra hoy, el Centro de Ecología y Pueblos Andinos (CEPA), reclama atención para la conservación del lago Poopó, reconocido como un Sitio Ramsar (humedal de importancia internacional).
"Cuando se aprobó la CPE (Constitución Política del Estado), despertó expectativa y esperanza sobre el respeto al medio ambiente y la madre tierra. No obstante, algunos hechos demuestran que se avanzó muy poco, tal como está sucediendo con la conservación del lago Poopó", manifestó la responsable de Comunicación del CEPA, Norma Mollo e hizo referencia de las actividades, entre ellas las mineras, que influyen en la contaminación del lago Poopó.
Explicó que el lago tiene varios ríos tributarios, entre los principales están el río Desaguadero y el río Huanuni. Sobre el Desaguadero están asentados los proyectos "Kori Kollo" y "Kori Chaca" de la empresa minera Inti Raymi, que tienen actividad minera a cielo abierto, desde hace 30 años en el primer proyecto y hace más de 7 años en el segundo respectivamente.
En el proceso metalúrgico para extraer el oro y plata, se utiliza cianuro, elemento químico tóxico que debe manejarse con cuidado. En todo el proceso de la operación minera se ha generado impactos negativos al medio ambiente, especialmente al agua que discurre por el río Desaguadero, cuestionan los ecologistas.
"Se ha generado un agujero gigantesco para extraer el mineral. Como medida de control han llenado con aguas del río Desaguadero el tajo abierto, disminuyendo así el caudal de agua río abajo. También, al hacer el tajo, han extraído aguas de pésima calidad (hipersalina) y las depositaron en las lagunas de evaporación infiltración, las que aparentemente rebosaron y afectaron el río y por ende el lago Poopó", indicó Mollo.
Asegura que en época seca (escases de lluvia) la empresa minera ha usado aguas del río Desaguadero y del lago Uru Uru para sus operaciones mineras, perjudicando de esta manera a los pobladores que viven de esta agua.
A esto se ha sumado el derrame de petróleo, ocurrido en la gestión 2000, donde se vertieron 29 mil barriles de petróleo sobre el Desaguadero, contaminando todo el curso del río hasta llegar al lago, y "si bien es cierto que hubo alguna compensación económica, las secuelas hasta la fecha continúan".
Por otro lado, enfatizó que está el río Huanuni, cuyas aguas arriba tienen una calidad aceptable, que pueden ser usadas para el consumo humano, pero a la entrada de la localidad de Huanuni se encuentra la empresa minera del mismo nombre, que vierte sus efluentes sin ningún tratamiento hacia el río, lo que altera y afecta su calidad y estas aguas están llegando a contaminar las vertientes de agua dulce, tal como está ocurriendo en Pacopampa.
"Pero no se trata solamente de la empresa minera Huanuni, también está el río Pairumani que tiene su naciente en la localidad de Japo en la que se encuentra la cooperativa minera Japo. Lamentablemente es en esta naciente donde se generan las aguas contaminadas con la actividad minera, que se discurren por el Río Pairumani, llegando hasta el Río Huanuni y por ende al lago Poopó", agregó Mollo.
Sostuvo que todas esas actividades hacen que el ecosistema de los ríos y del lago, sufran procesos de degradación y contaminación. En el lago Poopó se ha perdido la biodiversidad en plantas y animales, como también ha sido afectada la calidad del agua provocando la pérdida de la población de peces.
"En los casos mencionados, se advierte claramente que se está violando la CPE. Ni el Estado, ni las empresas y cooperativas mineras que operan sobre las orillas de los ríos, están ejecutando acciones para evitar la disminución del caudal y la alteración de las propiedades del agua", refirió.
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