Con cinco hijos, Claudia debe priorizar el uso del agua que compra de carros cisternas, por lo menos dos veces cada semana para cocinar y bañar a sus pequeños.
Aprovechando la época de lluvia, pone los turriles y los recipientes que le quedan vacíos en el patio para recolectar más agua que le pueda servir para lavar la ropa, el servicio y limpiar la casa.
“Sufrimos mucho por el agua, a veces no puedo ni bañar a mis hijos, lo hago una vez a la semana porque no tenemos ni pilas, ni ducha es difícil vivir así”, dijo.
Como Claudia, miles de personas que viven en el Cercado deben darse modos para contar con este recurso pues los proyectos que impulsa el municipio y el Gobierno todavía son insuficientes para satisfacer esta necesidad.
Este 22 de marzo se recuerda el Día Mundial del Agua y en la provincia más poblada de nuestro departamento, el acceso a este recurso todavía no se ha resuelto.
Hace dos años el abastecimiento de agua potable en el Cercado alcanzaba al 40 por ciento de los habitantes, según el dato proporcionado en ese entonces por la Gerencia de Operaciones de la Empresa de Servicio Municipal de Agua Potable de Cochabamba (Semapa).
A dos años, la situación no ha cambiado mucho porque el abastecimiento sólo ha crecido en un 4 por ciento, lo que indica que a la fecha un 44 por ciento de la población tiene el servicio con un total de 66.234 conexiones realizadas sobre todo en los distritos 10, 11 y 12, indicó el gerente general de la empresa, Hernán Ayala.
El crecimiento de abastecimiento en un porcentaje tan reducido se debe a la ampliación de la planta de tratamiento de agua de Aranjuez, que fue entregada la gestión pasada y que tendría que beneficiar a los vecinos de los distritos 8, 9 y 14.
Sin embargo, los vecinos de ese sector niegan ser beneficiarios de la obra y aseguran que no reciben “ni una sola gota de agua de Semapa”.
Uno de los principales problemas para que la distribución de este recurso no pueda llegar a un mayor número de familias se debe a la paralización del proyecto del Plan de Expansión de Agua Potable para la Zona Sur, desde el 2009.
La obra que iba a otorgar agua a un 70 por ciento de la población en la zona Sur y que era financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) con 3.628.313 dólares, quedó paralizada por la falta de un proyecto concreto y un proceso judicial de por medio con la empresa constructora.
La paralización de esta obra hace que los vecinos de la zona continúen viviendo sin el servicio de agua en sus domicilios y continúen comprando este recurso de los cisternas.
DISTRIBUCIÓN
El volumen de distribución de agua depende mucho de la reserva del líquido y de la época en la que se distribuye.
Los primeros cinco meses del año están comprendidos dentro de la época alta, por ser un periodo donde se presentan lluvias.
Actualmente el volumen de distribución es de 915 mil litros por segundo debido a que la época de lluvias reciente es alta. Sin embargo, entre los meses de junio y septiembre este volumen tiende a bajar con el objetivo de guardar el líquido para la época baja, que inicia en septiembre.
Entre esos meses la distribución es de 800 mil litros por segundo.
Sin embargo, por la alta época de lluvias que se tuvo durante la gestión 2011 y 2012, Ayala señaló que el abastecimiento del servicio para este año está garantizado dentro de los parámetros de distribución establecidos.
“Hay sectores privilegiados donde podemos dar un abastecimiento continúo, pero en otras zonas hay un racionamiento que durante esta época de lluvias hemos mejorado”, mencionó.
Ayala reconoció que la distribución en el Cercado es diferenciada según las zonas, por lo que algunos sectores reciben el agua todos los días durante varias horas, mientras que en otros el servicio se otorga pasado un día, una vez o dos veces a la semana durante determinadas horas.
“Lamentablemente, no tenemos la capacidad de distribuir a todos nuestros usuarios y este problema permanecerá por lo menos hasta que el Proyecto Múltiple Misicuni se haga realidad”, dijo.
Las represas que abastecen a la ciudad del servicio de agua llegaron en esta época a su capacidad máxima de almacenamiento. La represa de Wara Wara cuenta con una capacidad de embalse de 3,425.000m3 y la de Escalerani con 6,570.000 m3, pero ni siquiera con esa capacidad de almacenamiento la distribución llega a todas las zonas, reconoció el gerente de Semapa.
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