Daño: El suelo comenzó a ceder en la mañana tras las intensas lluvias caídas en los anteriores días.
“No puedo creer. Ayer estábamos bien y ahora mi casa está rajándose y cayéndose poco a poco. ¿Qué voy a hacer? ¿A dónde iré a vivir? ¿Qué va a pasar con mis hijos?”, se preguntaba, inconsolable, Gloria Primi, de 33 años, quien vivía en la avenida Max Fernández de la zona Kupini II, y afanada sacaba las pertenencias de su vivienda mientras el terreno cedía.
Mientras aguardaba una camioneta de Emergencias de la comuna para cargar sus cosas, Gloria, con los labios resecos, contó que todo el día no probó un bocado porque el trabajo fue intenso, “¿pero quién piensa en comida?, sólo me preocupa éste bebé”, dijo enseñando su embarazo de siete meses, “y mi hijito”, un pequeño de unos dos años que estaba pegado a ella.
El alcalde de La Paz, Luis Revilla, impactado por la magnitud del hecho, contó a La Prensa que cuando hicieron una primera inspección ayer por la mañana, detectaron 40 viviendas afectadas por el movimiento del terreno; sin embargo, por la tarde ya llegaron a unas 100 casas.
Por la noche, cerca de las 20.00, volvió la lluvia al sector, lo que ocasionó que a las 21.15 comenzara a deslizarse el sector, y en menos de 20 minutos, toda la plataforma se cayó y las 100 viviendas se desplomaron.
IMPACTO. El área de deslizamiento está ubicada entre los ríos Chulluncani y Papani, y afectó a toda la zona Kupini II, unas 10 calles.
El responsable de la Atención Inmediata de Emergencias de la Alcaldía, Jaime Camargo, aseguró que “es todo el vecindario que se deslizó. Es una longitud de aproximadamente 500 metros. Toda la tierra bajó desde la cabecera hasta la base en un movimiento sísmico”.
Asimismo, detalló que hasta las 00.00 no informaron de ninguna persona desaparecida. “Afortunadamente hemos podido evacuar a tiempo”.
Informó que “la tierra del sector seguirá cediendo toda la noche (de ayer) y esperemos que no logre afectar a los costados de la zona y tampoco que llegue a Pampahasi”.
Sin embargo, debido al trabajo de evacuación, hay aparentemente unos tres camiones de Emergencias de la comuna atrapados en el sector y unos tres vehículos particulares.
AFECTADOS. Más temprano, Revilla informó que “aproximadamente son más de 120 familias damnificadas y todas serán evacuadas”.
Sin embargo, el secretario general de la junta de vecinos, Antonio Pérez, aseguró que la lista que ellos levantaron suman a unas 250 familias. “Es que en cada una de las casas habitan unas dos, tres y hasta siete familias”.
Explicó que cerca de la mitad de ellos no tiene familiares donde alojarse.
El ex presidente del sector Luis Quispe adelantó que “toda la zona está cayéndose. Se perderá todo; la tierra está jalando poco a poco a las viviendas, y las casas, valuadas hasta en 100.000 dólares, se nos perderán”.
TRASLADO. En todo el sector, la tensión y el nerviosismo se apoderaba de cada una de las personas que vive en esa región, porque a medida que pasaban los minutos, las grietas en los suelos eran cada vez más grandes y avanzaba hacia la parte baja de la avenida Max Fernández. En un área, el hundimiento era muy visible.
Sin embargo, ni ese defecto del terreno detenía los pasos de las personas que sacaban apresuradas los enseres de las casas.
Cientos de personas cargaban en aguayos, manteles, cortinas y sábanas sus ropas, artefactos, enseres y alimentos. Otros comenzaban a sacar las calaminas de sus viviendas. A ellos les ayudaban la Guardia Municipal y los Bomberos; luego, por la noche, llegaron efectivos militares.
DAÑO. Debido a las más de 12 horas que duraron las lluvias, desde el viernes por la tarde, el deslizamiento del terreno comenzó a las 09.00, relató Revilla.
“Son 10 hectáreas afectadas de Kupini II Alto y Bajo. No creímos que dañaría la parte de arriba, pero la tierra está cediendo”.
El director de Gestión Integral de Riesgos, Vladimir Toro, informó que debido a la magnitud del movimiento geodinámico, se registraron vibraciones que rajaron las viviendas y la avenida Max Fernández.
Este daño acaece todos los años debido a que el río Chulluncani es muy fuerte.
Víctimas
“Mi casa era de una planta, estaba en la avenida Max Fernández. Vivimos dos familias y a nosotros no nos avisaron nada. Costaba 20.000 dólares”
César Gonzales
“Desde la mañana ya se estaban rajando las casas. No pensé que la mía también sería afectada. Queremos carpas para que nos vayamos , porque no tenemos dónde ir”.
Nancy Rodríguez
“Mi familia, de cinco miembros, no logró sacar todas mis pertenencias y lo que pudimos sacar está en la volqueta, que está aislada. Ahí dejé todo mi patrimonio”.
Rubén Condori
Verónica Zapana Salazar
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