“No habíamos visto algo semejante en los últimos 30 años”, dijo ayer el alcalde de Rurrenabaque, Yerko Núñez, al confirmar la muerte de otras dos personas por la riada que afectó a ese municipio beniano en las horas pasadas.
Las dos muertes no fueron confirmadas oficialmente por Defensa Civil, pero con ellas la cifra de fallecimientos a causa de riadas ascendería ya a 48 personas en lo que va del año.
Según el testimonio del alcalde, la anterior semana “volcó una embarcación donde murieron dos comunarios, un hombre de la comunidad de San Miguel, del municipio San Buenaventura, y una mujer de la comunidad Carmen Florida, del municipio de Rurrebanaque. El cuerpo del hombre fue encontrado, pero el de la mujer no”.
Algo inédito
La crecida del río registró niveles inéditos. “Eran como dos metros por encima de lo que se registró antes. Hay 500 familias evacuadas y 1.000 damnificadas que se niegan a abandonar sus viviendas y sus enseres.
Los evacuados fueron llevados al colegio Obispo Juan Claudel y a la escuela Lucio Lenz. Hay comunidades a las que no es posible ingresar, como Carmen Florida, Real Beni y Asunción de Quiquibey.
Alerta máxima
Los municipios de Rurrenabaque, San Borja y Santa Rosa fueron declarados el miércoles en alerta máxima ante el rigor de las inundaciones y los desbordes de ríos que afectan a las viviendas, los cultivos y a los pobladores, dijo a la estatal ABI el responsable del Comité Departamental de Emergencias, Carlos Dellien.
Señaló que “los desbordes de los ríos Beni, Ibare y Mamoré han sobrepasado los límites por la intensidad de las precipitaciones pluviales, pese a los esfuerzos de los equipos de emergencia”.
Agregó que los tres municipios de la provincia Ballivián requieren de urgente ayuda de las autoridades nacionales, en especial de los organismos de defensa civil para evacuar a los damnificados de las zonas de mayor riesgo. Dellien enfatizó que la gravedad es mayor porque las lluvias caen incesantemente y se corre el riesgo de que se traslade a otras provincias de este departamento amazónico.
Guanay intenta recuperarse
Tras haber sufrido un susto parecido al de Rurrenabaque, cuando el río llegó hasta la misma plaza del pueblo, los habitantes de Guanay comenzaron a hacer el conteo de los daños ocasionados por la riada ocurrida el pasado 21 de febrero.
Demetrio Copa, alcalde de Guanay, dijo que un 50% de las viviendas del pueblo resultaron afectadas y los habitantes comenzaron la limpieza del pueblo. “Lo que necesitamos con urgencia son cisternas de agua potable”, dijo.
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