Llegan las fiestas de Carnaval, y Oruro se apresta a vivir la entrada devocional más grande de Bolivia, el Carnaval de Oruro, declarado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la ciencia y la Cultura (Unesco), Obra Maestra del Patrimonio Oral e Intangible de la Humanidad.
La grandeza de esta fiesta en devoción a la Virgen del Socavón, conocida también como la Patrona de los Mineros o la Reina del Folklore Orureño, encierra toda una tradición, leyendas, historias, mística y sentimientos, que miles de danzarines expresan a través de las diferentes danzas folklóricas que se presentan, en 18 especialidades y 48 conjuntos.
Juventud, alegría, colorido, devoción y fe, se conjuncionan para crear esa maravilla que año tras año admiran miles de visitantes que llegan de diferentes lugares del mundo.
Para esta celebración los orureños y todos los danzarines se preparan desde el Primer Convite, que se realiza el primer domingo de noviembre, que es cuando los danzarines hacen la promesa a la Virgen del Socavón de Bailar por tres años consecutivos.
Y así transcurre el tiempo, con ensayos todos los domingos, hasta llegar al Carnaval.
Lamentablemente de esta actividad no está exento el consumo de bebidas alcohólicas, que se ha convertido en uno de los aspectos negativos, pero bueno ese tema lo trataremos en otro momento.
Producto de la gran venta que las empresas de cerveza realizan, desde hace algunos años, se ha visto a grupos de personas, entre niños, jóvenes y adultos, recoger sobre todo las latas de cerveza con mucho afán, hasta es algo anecdótico, pues existen niños que en toda su inocencia, pareciera que esperan con ansias junto a los que están bebiendo, a que terminen para que cuando tengan la intensión de botar la lata, ellos la agarren, y se la guarden como un tesoro, en los saquillos que llevan.
Estos acopiadores de latas de cerveza se han constituido en una gran ayuda para el aseo de la ciudad y por ende benefician al medio ambiente, disminuyendo en gran medida las toneladas de residuos sólidos que se generan en carnavales.
Norma Mollo, responsable de la Unidad de Formación y Comunicación del Centro de Ecología y Pueblos Andinos, en el boletín Chiwanku 619 pondera acertadamente la labor de estas personas, que han encontrado en esta época del Carnaval, una fuente de ingresos, pero más allá, haciendo una obra de bien a la sociedad.
Mollo señala que los acopiadores comienzan su trabajo con el Primer Convite; después vienen el Festival de Bandas; el Último Convite; la Entrada de Jallu Pacha; la Anata Andina; la Entrada del Carnaval, el Martes de Ch’alla, culminando con el Domingo de Tentaciones.
Este trabajo es realizado por tres sectores: los recolectores o "palliris", los acopiadores o intermediarios y la empresa recicladora. En el primero, como mencionamos líneas arriba, trabajan cientos de personas entre niños y familias íntegras dedicadas a esta actividad. Además tienen lugares específicos; los acopiadores están ubicados en la Plaza 10 de Febrero, en la Avenida 6 de Agosto, el Mercado Campero, la Plaza del Folklore y otros sectores. Finalmente, está la acopiadora principal que en este caso es la empresa Productos Metalúrgicos (Prometal) que es la que compra todo el material para posteriormente proceder al reciclado.
"Las personas de este grueso sector de hombres, mujeres y niños trabajan incansablemente durante todo el día y parte de la noche recogiendo centenares de latas de cerveza en las calles, debajo de las graderías y en medio de la basura, exponiéndose a diferentes peligros como son las caídas de graderías. En algunos casos hasta son salpicados por orines. Todo esto por ganarse unas cuantas monedas, olvidándose de divertirse en las fiestas como los demás", explica Mollo.
En versiones que recogió Norma de los propios acopiadores, se indica que a todo lo anteriormente señalado se suma el maltrato que brindan algunos policías que en algunas oportunidades les tratan con palabras duras. "Pero lo que más llama la atención es el trato malcriado y descortés que les hacen los gendarmes o policías municipales, quienes les insultan, les humillan".
Por esta razón, afirma Mollo, es importante que las autoridades municipales; Policía Nacional; la Empresa Municipal de Aseo Oruro (EMAO) y otros, apoyen en su labor a los acopiadores de latas de cerveza; de la misma manera la Cervecería Boliviana Nacional, ya que indirectamente los acopiadores colaboran para que las rutas del recorrido del Carnaval se mantengan limpias y se evita la acumulación de residuos sólidos que se generan, en especial durante la entrada del Carnaval.
Compartiendo esta idea, es que se reconoce la labor que cumplen niños, niñas, hombres y mujeres, que encontraron en el acopio de latas de cerveza una forma de obtener ingresos económicos pero además una gran ayuda al medio ambiente, que cada vez se deteriora más por la inconsciencia de algunas personas que botan basura en las calles.
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