E l viceministro de Defensa Civil, Hernán Tuco Ayma, confirmó ayer a Erbol que en los últimos días cinco regiones del país fueron afectadas por lluvias y desbordes de ríos. La autoridad advirtió que en Santa Cruz, Beni y Cochabamba persiste el riesgo de que cinco ríos se desborden a causa de la crecida de su caudal por las constantes lluvias.
La zona más afectada es Villa Tunari de Cochabamba, donde oficialmente se tienen registrados más de 2.500 damnificados. Chuquisaca reportó el 28 de enero la muerte de más de 22 personas a causa de la crecida de uno de los ríos en la comunidad de Pampa Huasi, municipio de Tarvita. En la ciudad de El Alto hubo riadas y fuertes lluvias con pérdidas materiales que no tuvieron mayor incidencia en las personas. El desborde del río Desaguadero, en Oruro, afectó a 219 familias de la población de Challacollo, en el municipio del Choro.
La situación está lejos de encontrar un punto de calma, pues, tal como reportó el Servicio Nacional de Meteorología e Hidrología (Senamhi), las fuertes lluvias continuarán hasta marzo, admitió Tuco. “Tenemos contado en el mapa de gestión de riesgo que las cuencas que son más vulnerables son el río Ichilo de Cochabamba, que tiene alerta naranja; río Grande y Yapacaní en Santa Cruz; el río Mamoré e Ibaré en el Beni”.
Los responsables del Centro de Operaciones de Emergencia de estos departamentos mantienen a su personal en constante expectativa del momento en que se pueda decretar la alerta roja, explicó.
El Gobierno cifra en 6.500 las familias afectadas por las lluvias, pero aún no se calcularon las pérdidas económicas.
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