Un estudio realizado sobre los cultivos de hoja de coca y sobre sus similares silvestres de la misma ha desestimado la presencia en Bolivia de la especie que sirve como materia prima de la conocida bebida gaseosa azucarada.
El botánico Rosember Hurtado, investigador asociado del Herbario Nacional de Bolivia, realiza la búsqueda, identificación y caracterización de los parientes silvestres de la hoja de coca, dentro de un proyecto apoyado por el Viceministerio de la Coca y Desarrollo Integral.
El objetivo del estudio es conocer la cantidad de especies de hoja de coca presentes en el territorio boliviano.
“Hemos hecho un trabajo de visita a varios cocales en los Yungas y tomado muestras con permiso de los propietarios. Se creía que había más de una especie, como ocurre en el Perú, donde existen dos especies de coca cultivada. Una de ellas es la que utiliza la bebida gaseosa Coca Cola, que es la Erythroxylum novogranatense. Pensábamos que esas especies estaban en Bolivia, pero no, sólo hay una especie Erythroxylum coca (tanto en Yungas como en el Chapare), pero hemos encontrado variaciones en la forma de la hoja”, explicó Hurtado en el V Congreso de Plantas Medicinales, realizado en la Universidad Mayor de San Andres, entre el 16 y 18 de agosto.
Hurtado afirmó que en Colombia se encuentran muchas más especies de hoja de coca, en consonancia con otras investigaciones que establecen que el ancestro de la planta está en el norte de América del Sur.
Señala que la especie de coca chimi (Erythroxylum coca f. chimi) fue un descubrimiento de la investigación. En este caso, la hoja es más pequeña, crece como maleza en medio de los cultivos y sólo algunas personas la consumen en el acullico. Junto a ella se encontraron las formas elíptica y acuminada.
Las formas son importantes, puesto que se detectó que la hoja de coca pueda alcanzar hasta 7 centímetros en época seca, y existe la probabilidad de un mayor tamaño en tiempos de humedad. La investigación sobre los tipos de hoja de coca va a continuar en el Chapare.
PARIENTES SILVESTRES
El estudio también detectó dos parientes silvestres de la hoja de coca: Erythroxylum raimondii y Erythroxylum subrotundum, ambas crecen cerca de los cocales, no son cultivadas y existe la duda de que sean antepasados de la coca actualmente cultivada.
"Sería interesante saber si estas dos (parientes) silvestres tienen algunas propiedades nutricionales o si cuentan con alcaloides", dice Hurtado.
La investigación por ahora es básica, porque no se conocen con exactitud los tipos de hojas de coca.
El botánico explicó que es necesario conocer cómo se desarrolla la planta, porque los productores tratan de maximizar su producción y las investigaciones pueden ayudar a buscar ese rendimiento en la producción de un tipo de hoja de coca y no en ampliar el tamaño de los cultivos.
Brígida Tintaya, funcionaria de la Unidad de Industrialización de la Coca, explicó que la siguiente investigación, después de conocer la variedad taxonómica y molecular de la planta, es conocer su composición.
"Queremos saber si (la hoja) tiene más alcaloide o menos alcaloide, si nos sirve para industrializar. La idea es sacar plantas madre para hacer una limpieza varietal de la hoja de coca y decirle al productor: queremos una coca con un alcaloide de este rango. Si en el exterior nos prohíben llevar nuestra hoja de coca para venderla, entonces podemos producir coca con 0,01 de alcaloide, pero esas son investigaciones para más adelante", aseveró Tintaya.
El V Congreso Latinoamericano de Plantas Medicinales se realizó del 16 al 18 de agosto, en la Universidad Mayor de San Andrés, y concentró la participación de investigadores de doce países. (Periódico Digital PIEB)
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