Desde el fin de semana nuevamente la población observó humaredas que desde la zona Sur se propagaban en todo el cielo que cubre la ciudad, se trata de la quema indiscriminada de totorales hecha por lugareños de comunidades cercanas al lago Uru Uru que se reitera cada año, autoridades departamentales indicaron que se hacen evaluaciones de los daños ambientales y búsqueda de posible autores.
Varias personas a través de las redes sociales, alertaron nuevamente sobre este problema que se presenta cada gestión, pues aprovechando la época seca, comunarios de poblaciones cercanas al lago Uru Uru, efectúan la quema de los totorales y otros pastizales que crecen por la escasa cantidad de agua, esto con el fin de dejar a un lado las matas secas y esperar que crezcan nuevos brotes que son apetecidos por los animales que pastan por estas zonas.
La molestia de los ciudadanos pasa porque se trata de un atentado al medio ambiente y causa problemas de contaminación, incluso algunos que viven en cercanías a la zona Sur indicaron que las cenizas llegan a sus patios, producto de la quema de las totoras.
Algunos ciudadanos lamentaron que las autoridades locales y departamentales no pongan un alto a este problema que se suscita cada año, pero que sí se emitan restricciones para otros aspectos como las fogatas en "San Juan", asimismo criticaron la pasividad de las organizaciones medioambientales que hasta la fecha no se pronunciaron sobre este tema.
MEDIO AMBIENTE
Consultado sobre este problema, el secretario departamental de Medio Ambiente y Madre Tierra de la Gobernación, Porfirio Soto, señaló que ayer por la mañana se envió una comisión encabezada por la Unidad de Biodiversidad para hacer la evaluación de los daños y buscar a los posibles culpables.
Señaló que controlar ese incendio es una labor complicada porque los lugareños una vez que encienden la totora se escapan del lugar y como esta planta es de fácil combustión, las llamas se extienden con facilidad, otro factor es que estas quemas se hacen al interior del espejo de agua y es difícil el acceso en algunos sectores.
Mencionó que esta práctica está enraizada en los comunarios, por lo que es complicado hacerles cambiar de mentalidad, pero se solicitó el apoyo de las alcaldías cercanas al lago Poopó y Uru Uru, además del municipio de El Choro para que se conciencie a los lugareños y evitar estas quemas que causan malestar en la población.
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